Unos investigadores que probaban su equipo en el Golfo de México inadvertidamente descubrieron un naufragio de 200 años de antigüedad. La evidencia del pecio sugiere que sus marineros tal vez hayan tenido un final con fuego.
El equipo a bordo del Okeanos Explorer de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos halló el pecio impresionante cuando probaban un vehículo operado a distancia a unos 257 kilómetros lejos de la orilla, según reportó The Charlottesville Observer.
El navío perdido hace mucho tiempo yace a 445 metros bajo la superficie del mar, junto a un gran risco submarino conocido como la Escarpadura de Florida. El equipo hizo el descubrimiento el 16 de mayo durante una expedición, antes de compartir en línea la noticia sobre el pecio esta semana.
Una señal inusual de sonar le indicó al equipo la dirección del pecio, y se apresuraron a contactar a arqueólogos marinos expertos en cuanto cayeron en cuenta de lo que habían encontrado. Los arqueólogos se unieron a una transmisión de video en vivo del lecho marino para observar remotamente la inmersión.
Las imágenes de alta resolución revelaron un barco posiblemente construido alrededor de mediados del siglo XIX, según la NOAA. Pero los arqueólogos no pudieron decir inmediatamente hace cuánto se hundió el barco. Hecho de madera con revestimiento de cobre, se pensó que el navío habría tenido 38 metros de eslora.
Al momento, quedan muchos misterios sobre la embarcación. Los investigadores no han sido capaces de confirmar detalles sobre la nacionalidad de la embarcación, su tripulación, aparejos o mercancía, según reportó la NOAA. Los especialistas han combinado múltiples imágenes del pecio para crear un mosaico del navío para investigarlo más.
Sin embargo, el número “2109” fue clavado al borde del timón del barco, y algunos artefactos de hierro y cobre fueron vistos cerca del navío.
Mucho del casco del barco está relativamente bien preservado, aunque partes del revestimiento protector de cobre se han deteriorado. Inusualmente, no se conserva ninguna estructura por encima de la línea de flotación del barco, y el equipo halló pocas evidencias de aparejos remanentes.
Trozos carbonizados de madera y tornillos pasadores doblados sugieren que el barco pudo haberse incendiado en el mar. Los investigadores piensan que el fuego tal vez envolvió a la embarcación y destruyó casi todo por encima de la superficie del agua.
Emily Crum, portavoz de la NOAA, describió el hallazgo “sorprendente” al Observer. “Típicamente, cuando hallamos/exploramos pecios, tenemos algo de información básica que nos permite buscar un blanco”, dijo ella al periódico. “En este caso, no había información que sugiriese que el pecio estaba allí. El equipo solo se ‘topó’ con él”.
La NOAA no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de Newsweek.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek