*Adicto, que asesinó a su madre y casi mata a su hermana en su domicilio, fue sentenciado a 42 años de cárcel
Sentado al borde de la banqueta, justo afuera de su domicilio, encontró la Policía a Said Alejandro, de 25 años y con la ropa ensangrentada, ni siquiera trató de huir, tampoco pudo declarar por qué asesinó a su madre y dejó gravemente herida a su hermana, a quienes golpeó en repetidas ocasiones con una piedra. Sólo atinó a decir que su mamá trató de encerrarlo para que ya no fuera a conseguir más droga.
Estaba como ido, describieron los agentes al matricida que aquella madrugada del 8 de marzo de 2018, atacó a su familia y ante los gritos desgarradores de su madre, los vecinos de la colonia Jardines de Oriente llamaron al teléfono de emergencia.
Ya nada pudieron hacer los patrulleros por la mujer, cuyo cuerpo quedó junto a la puerta.
Sin embargo, pudieron dar auxilio a la hermana de Said Alejandro, quien estaba viva de milagro, pues presentaba múltiples y profundas heridas en la cabeza. Afortunadamente, paramédicos la trasladaron a un hospital, donde la atendieron.
Al menos de las lesiones físicas se recuperó, acaso sólo eso. La adicción de su hermano a la droga llamada “cristal” acabó con su familia de golpe, no sólo vio morir a su madre, también perdió en vida a su hermano.
De 67 años saldrá Said Alejandro Chavarría García del penal de Aquiles Serdán, luego de que ayer se le dictara una condena de 42 años de prisión por los delitos de homicidio calificado y agravado en perjuicio de su madre y homicidio en grado de tentativa en perjuicio de su hermana.
Además de la pena que habrá de compurgar, según informó la Fiscalía General del Estado, el sentenciado deberá pagar 605 mil pesos por concepto de reparación del daño, destinados al cuidado físico y psicológico de la víctima sobreviviente.
El aumento en el consumo de esta droga es alarmante, ya considerado como un problema de salud pública por las autoridades y evidencia la importancia de que los padres conozcan a fondo los síntomas, así como la seriedad en el papel de los centros de rehabilitación, para evitar tragedias como ésta, en la cual la madre de Said creyó que con no dejarlo salir, él combatiría su adicción.