La alimentación intuitiva es escuchar a nuestro cuerpo y permitirle que nos guíe en cuanto al momento en que debamos comer y a las cantidades que debemos ingerir, en lugar de dejarnos influir por nuestro entorno, nuestras emociones o por las reglas impuestas por las dietas
Las dietas para bajar de peso suelen ser restrictivas. La dieta 5:2 se basa en limitar la cantidad de calorías, y la dieta cetogénica requiere restringir ciertos tipos de alimentos.
Sin embargo, distintas investigaciones indican que las dietas restrictivas pueden producir un índice de masa corporal (IMC) más alto con el paso del tiempo, así como mayores probabilidades de presentar sobrepeso en el futuro. Asimismo, hay pruebas que indican que la restricción de alimentos puede generar preocupación por la alimentación, culpa al comer y mayores índices de depresión, ansiedad y estrés. Entonces, si las dietas no siempre ayudan a perder peso y pueden contribuir a la aparición de problemas psicológicos, ¿qué otras soluciones existen? Recientemente, se ha puesto cada vez más atención al concepto de la “alimentación intuitiva”.
La alimentación intuitiva fue popularizada por dos expertas en dietética, Evelyn Tribole y Elyse Resch, que publicaron un libro sobre el tema y crearon un sitio web dedicado al mismo.
El objetivo de alimentarnos intuitivamente es escuchar a nuestro cuerpo y permitirle que nos guíe en cuanto al momento en que debamos comer y a las cantidades que debemos ingerir, en lugar de dejarnos influir por nuestro entorno, nuestras emociones o por las reglas impuestas por las dietas. El concepto es similar al de la alimentación consciente, y ambos términos suelen utilizarse indistintamente.
https://newsweekespanol.com/2018/02/dieta-cetogenica-salud-bajar-peso/
La alimentación consciente requiere desarrollar una conciencia de los indicadores internos de hambre y saciedad, así como elegir conscientemente nuestros alimentos. Hace énfasis en la importancia de prestar atención a las sensaciones emocionales y físicas que experimentamos al comer.
A diferencia de muchas otras dietas, la alimentación intuitiva nos alienta a comer lo que queramos; ningún alimento está prohibido. Aunque muchas personas esperarían que esto las llevara a consumir más alimentos altos en grasas o en azúcares, las investigaciones indican que no es así. Los defensores de la alimentación intuitiva indican que cuanto más nos restringimos, más probabilidades tenemos de darnos atracones de comida más adelante.
El concepto de la alimentación intuitiva es sencillo y no tiene que ver con complicadas reglas dietéticas. Pero, ¿qué es lo que indican las pruebas?
Un efecto positivo en la salud mental
En relación con la pérdida de peso, aún no está claro si la alimentación intuitiva es más efectiva que la restricción calórica. En los resultados de estudios observacionales se descubrió que las personas que se alimentaban intuitivamente tenían un IMC mayor que el de aquellas que no lo hacían. Sin embargo, dado que las personas que restringen su alimentación pueden hacerlo porque ya tienen un IMC alto, es difícil determinar el verdadero efecto de la alimentación intuitiva.
Asimismo los resultados de estudios de intervención con personas obesas o con sobrepeso no son muy claros.
Por ejemplo, en una revisión se encontró que de los ocho estudios evaluados, solo en dos se observó una reducción de peso derivada de la alimentación intuitiva. En una revisión más reciente, la pérdida de peso se observó únicamente en ocho de 16 estudios. Y de estos ocho, solo tres presentaron una pérdida de peso estadísticamente importante.
A diferencia de otras dietas, el elemento central de la alimentación intuitiva no es la pérdida de peso, sino abordar las razones por las que las personas consumen ciertos alimentos. Así, aún si su efectividad como método de pérdida de peso es incierta, podría producir beneficios al promover una conducta sana de alimentación.
Esta posibilidad ha sido respaldada por investigaciones que indican que la alimentación intuitiva podría producir una reducción en los síntomas de atracones y del consumo de alimentos por razones externas y emocionales. La alimentación intuitiva también se relaciona con una imagen corporal más positiva, satisfacción con el propio cuerpo, un funcionamiento emocional positivo y una mayor autoestima.
Finalmente, en un estudio reciente, se descubrió que un mayor nivel de alimentación intuitiva es un factor que pronostica menores síntomas de trastornos de alimentación en comparación con el recuento de calorías y el hecho de pesarse frecuentemente. Esto contrasta con las típicas dietas restrictivas, que se han relacionado con un aumento en el riesgo de trastornos de alimentación, el cual podría ser aún mayor para las personas que también experimentan síntomas de depresión y baja autoestima.
Si bien se requieren más investigaciones para determinar si la alimentación intuitiva puede provocar la pérdida de peso, los efectos positivos en la salud mental y en una conducta sana de alimentación resultante promisorios.
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Escúchate a ti mismo
Uno de los problemas con la alimentación intuitiva es que da por hecho que podemos distinguir adecuadamente qué tan hambrientos o satisfechos estamos. Las investigaciones indican que las personas con una mejor percepción de sus sensaciones internas también podrían alimentarse en forma más intuitiva. Sin embargo, dado que hay pruebas que indican que las personas con trastornos de la alimentación tiene dificultades para reconocer las señales de su cuerpo, parece posible que algunas personas puedan tener dificultades para reaccionar al enfoque de alimentación intuitiva simplemente porque tienen problemas para escuchar a su propio cuerpo.
Asimismo, aunque parece lógico consumir alimentos con base únicamente en nuestras sensaciones internas y no en indicadores ambientales, para muchas personas esta no es una solución práctica. La hora en la que comemos, por ejemplo, cuando nos apegamos a los horarios de comida familiar o a los periodos de comida asignados en el trabajo, suele estar fuera de nuestro control. Si bien, en principio, comer cuando estamos hambrientos parece ideal, en la práctica esto no siempre es posible.
La alimentación intuitiva podría ser una manera efectiva de perder peso, pero hasta ahora, no hay suficientes pruebas que indiquen que funciona mejor que las dietas convencionales de restricción de calorías. Sin embargo, los beneficios para la salud psicológica que proporciona indican que se trata de un enfoque mucho más saludable de la forma en que nos alimentamos.
Es posible que este método no funcione para todos, particularmente para aquellas personas a las que les resulta difícil percibir las sensaciones de su propio cuerpo. Sin embargo, en un momento en el que parece que todos los elementos de nuestro entorno nos dicen qué comer y cuánto comer, podría valer la pena darnos el tiempo de escuchar a nuestro cuerpo para descubrir qué es lo que necesitamos.
Melissa Barker es candidata a la Licenciatura en Royal Holloway.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de la autora.
Este artículo está reproducido de The Conversation bajo licencia de Creative Commons.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek