A tres días del cierre del acceso al tiradero de la Villa de Zaachila, que recibe los desechos de 21 municipios conurbados a la capital oaxaqueña, las calles del centro histórico y las colonias de la ciudad están invadidas de basura en las esquinas.
Aunado a ello, la lluvia que se registró por la tarde de este lunes, arrastró bolsas, botes y desechos acumulados, lo que provocó el colapso del drenaje y por lo tanto, encharcamientos en diversas zonas.
El conflicto inició el pasado viernes, cuando habitantes de la agencia municipal de Zaachila, Vicente Guerrero, bloquearon el acceso al tiradero, sobre la carretera federal 175, para demandar el otorgamiento de recursos.
Y es que, denunciaron, a punto de concluir el año, la presidenta municipal Maricela Martínez, no ha canalizado participaciones de los ramos 28 y 33 a la localidad, por lo que iniciaron medidas de presión.
El cierre del tiradero municipal ha puesto en “jaque” en diversas ocasiones al gobierno de la ciudad de Oaxaca que encabeza el priista José Antonio Hernández Fraguas.
Y es que previo a las fiestas de La Guelaguetza de 2017, una pugna interna entre pobladores de la agencia Vicente Guerrero, provocó la suspensión de labores de recolección por unas dos semanas.
Aquella ocasión, la autoridad municipal capitalina determinó recolectar los desechos vertidos en las calles y lanzarlos al cauce del Río Atoyac, lo que provocó la molestia de comerciantes del Mercado de Abasto, así como una orden de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de retirar la basura del manto friático.
Posterior a ello, Hernández Fraguas, ordenó el levante y traslado de los desechos a un predio del municipio de Tlacolula de Matamoros, lo que también generó tensión entre el edil capitalino y el presidente de aquel municipio, Fausto Díaz Montes.
Hace un año, en la ciudad de Oaxaca inició de manera incipiente la separación de basura, así como los centros de recolección en las agencias municipales, medidas que sin embargo, en cuanto se normalizó la operación del tiradero de los 21 municipios conurbados, dejaron de implementarse.
Nuevamente el problema de la basura en las calles se convierte en un foco de infección para vecinos, comerciantes, habitantes y visitantes, sin que exista una solución definitiva respecto a un tratamiento integral de separación y reciclaje.