Podría parecer que las máquinas que le leen la mente pertenecen exclusivamente al ámbito de la ciencia ficción, pero podrían estar más cerca de la realidad de lo que creemos. Varios investigadores han desarrollado una técnica que puede producir una imagen digital a partir de lo que una persona visualiza en su mente, simplemente registrando la actividad eléctrica de su cerebro.
Como parte de un nuevo estudio, aceptado para su publicación en la revista eNeuro, un equipo de la Universidad de Toronto (UT) en Scarborough utilizó una prueba no invasiva conocida como electroencefalograma, que suele utilizarse para diagnosticar tumores cerebrales, epilepsia y otras enfermedades, para registrar la actividad eléctrica de los participantes a quienes se les presentaron estímulos visuales en una pantalla de computadora.
Los investigadores conectaron a los voluntarios, 13 adultos sanos de entre 18 y 27 años de edad, al electroencefalograma mediante electrodos colocados en su cabeza. Luego, mostraron a los participantes los rostros de 120 personas, uno a uno, en una pantalla de computadora, mientras registraban su actividad cerebral.
Finalmente, en una computadora equipada con algoritmos especiales de aprendizaje máquina, el equipo recreó imágenes de los rostros que los participantes miraban, utilizando los datos recogidos por el electroencefalograma. Esencialmente, el algoritmo buscó señales cerebrales relacionadas con la imagen mental que los voluntarios tenían en mente, y la reprodujo como una imagen digital. (El aprendizaje máquina se refiere a sistemas computacionales que pueden adaptar su programación de acuerdo con los datos que se les proporcionan, sin ser reprogramados explícitamente).
El trabajo hace uso de la capacidad natural del cerebro de crear lo que se conoce como percepción mental, o una impresión mental, de lo que vemos. “Pudimos captar esta percepción utilizando un electroencefalograma para obtener una imagen directa de lo que ocurre en el cerebro durante este proceso”, dijo en una declaración Dan Nemrodov, miembro posdoctoral del Departamento de Psicología, que desarrolló la técnica.
Aunque las imágenes digitales reconstruidas no son copias perfectas de los originales (su resolución es un tanto más baja), sus detalles son impresionantes, afirman los investigadores.
“Lo que es verdaderamente emocionante es que no estamos reconstruyendo cuadrados y triángulos, sino imágenes reales del rostro de una persona, y en ello intervienen muchos detalles visuales finos”, añadió Adrian Nestor, profesor adjunto de psicología de la UT.
Este estudio no es el primero en el que los investigadores reconstruyen digitalmente las imágenes mentales. Sin embargo, la nueva técnica ofrece algunas ventajas concretas sobre los métodos existentes.
Anteriormente, los neurocientíficos habían utilizado sistemas de imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés), que mide la actividad cerebral detectando los cambios en el flujo sanguíneo, y no la actividad eléctrica. Sin embargo, el electroencefalograma es más práctico debido a que es más fácil de obtener, más portátil y más barato.
El electroencefalograma también es más sensible a los pequeños cambios en la actividad cerebral, y es capaz de capturar datos con una escala de milisegundos. En contraste, la fMRI solo puede registrar actividad en una escala de segundos.
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Sin embargo, Nemrodov señala que muchos investigadores dudaban del potencial del electroencefalograma para este tipo de reconstrucción de imágenes, dado que la técnica produce demasiado ruido, es decir, datos sin sentido, en las mediciones que toma. Asimismo, no tiene mucha precisión para localizar el lugar de donde provienen las señales cerebrales. A pesar de ello, en este nuevo estudio, afirma, se demuestran las ventajas del electroencefalograma con respecto a la fMRI. Los resultados podrían aumentar el alcance de esta tecnología, abriendo la puerta a su uso en distintas aplicaciones.
“El hecho de que podamos reconstruir lo que alguien experimenta visualmente con base en su actividad cerebral abre muchas nuevas posibilidades”, señala Nestor. “Esto revela el contenido subjetivo de nuestra mente y proporciona una forma de acceder al contenido de nuestra mente, además de explorarlo y compartirlo”.
De acuerdo con Nestor, la técnica puede convertirse en un medio de comunicación para las personas incapaces de comunicarse verbalmente, quizás debido a una parálisis. “No solo podría producir una reconstrucción neural de lo que una persona percibe, sino también de lo que recuerda e imagina, de aquello que desea expresar”, señala Nestor.
La técnica podría resultar útil para que los organismos de aplicación de la ley puedan recopilar información sobre posibles sospechosos interrogando a testigos oculares, en lugar de depender de dibujos o descripciones verbales poco exactas.
De acuerdo con los investigadores, el siguiente paso consiste en determinar si la técnica funciona cuando a los sujetos de prueba se les pide que traigan a su mente un recuerdo desde cero, en lugar de mirar una imagen.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek