Mediante un proyecto denominado Plan de Vida Sustentable, la empresa británica genera un mayor crecimiento a través de sus marcas con propósito, reduce costos al usar menos materiales y gana mayor confianza entre sus consumidores.
Unilever es una compañía británico-neerlandesa cuyos productos de cuidado personal y alimentarios, englobados en más de 400 marcas, son consumidos diariamente por 2,500 millones de personas en todo el planeta.
Fundada en 1930, la empresa tiene presencia en 190 países y cuenta con más de 169,000 empleados, quienes, de acuerdo con la filosofía de la compañía, laboran con la visión de hacer de la sustentabilidad un ejercicio cotidiano.
Este corporativo emplea en México a más de 6,700 personas y cuenta con cuatro plantas de manufactura.“Somos una compañía que ha mejorado la calidad de vida de las personas desde la época de nuestros fundadores”, manifiesta Gerardo Rozanski, presidente de Unilever México y Caribe, entrevistado por Newsweek en Español.
Según Rozanski, México es uno de los países más importantes para Unilever, no solo por su tamaño, sino por las características del mercado: “Actualmente, México se encuentra en el top 10 a escala mundial para las operaciones de Unilever y es una fuente de crecimiento para nuestra compañía en Latinoamérica”.
Conformada por marcas como Axe, Dove, Hellmanns, Knorr, Rexona, Sedal, Ponds, Holanda, Zest y Ego, hace siete años la compañía instrumentó un proyecto denominado Plan de Vida Sustentable. El propósito de este es generar un mayor crecimiento a través de sus marcas con propósito, reducir costos al usar menos materiales y eliminar residuos, mitigar riesgos en su cadena de suministro y ganar mayor confianza entre sus consumidores.
El compromiso de este plan es ayudar a más de 1,000 millones de personas a tomar acciones que mejoren su salud y bienestar para 2020, reducir a la mitad el impacto ambiental de sus productos para 2030 y mejorar la vida de millones de personas para 2020.
—Gerardo, ¿en qué radica la importancia del Plan de Vida Sustentable?
—Para Unilever, crecimiento y sustentabilidad van de la mano, es decir, la sustentabilidad es negocio. La sustentabilidad siempre ha sido parte de nuestro ADN, y en 2010 Paul Polman, CEO de Unilever, presentó el Plan de Vida Sustentable, que se convertiría en la estrategia de la compañía y la visión del negocio, enfocando todos nuestros esfuerzos en aprovechar ese modelo sustentable que ha demostrado ser financieramente fuerte.
—¿De qué manera ha cambiado el rostro de la empresa a partir de este plan?
—Todos los que formamos parte de Unilever contribuimos desde nuestro rol al cumplimiento del Plan de Vida Sustentable. Más allá de nuestro trabajo, buscamos aportar alguna acción que ayude al crecimiento sustentable del negocio y a crear un futuro mejor: en nuestro trabajo, a través de iniciativas que ayuden a alcanzar algunos de los objetivos, impulsando nuestro crecimiento, inspirando la innovación, ayudando a ahorrar costos, evitando gastos innecesarios y mitigando riesgos.
“Y fuera de Unilever, trabajando en proyectos solidarios, incentivando a nuestros amigos y familias a que usen correctamente nuestros productos sustentables, cuidando la salud, generando acciones para reducir el impacto ambiental. Buscamos que todos sean parte de este movimiento por una vida sustentable”.
—¿Cómo se armoniza este proyecto con el plan de negocio?
—El Plan es nuestra estrategia de negocio sustentable. Operar de forma responsable nos ayuda a proteger nuestra cadena de suministro en el futuro contra los riesgos asociados con el cambio climático y la escasez de agua. Por ejemplo, evitamos costos en nuestras fábricas con el uso de energías renovables por más de 550 millones de dólares, y ahorramos 290 millones de dólares al usar menos materiales y generar menos residuos desde 2008. Por otro lado, construimos confianza, somos el empleador elegido por los graduados dentro de las empresas de consumo en 44 países.
—En ese contexto, ¿cuáles son los indicadores de Unilever que confirman que la sustentabilidad sí es un negocio?
—Tras siete años de la puesta en marcha de nuestro Plan de Vida Sustentable hemos visto cómo nuestras marcas con propósito contribuyen a alcanzar los objetivos, crecen a mayor velocidad que el resto del portafolio. Para ser exactos, en 2017 estas marcas crecieron 46 por ciento más rápido, además de generar 70 por ciento del crecimiento de la compañía a escala global, con lo que confirmamos nuestra premisa.
“Actualmente tenemos 26 marcas de Vida Sustentable, entre las que se encuentran Dove, Knorr, Holanda y Rexona. Nuestras investigaciones nos muestran que 54 por ciento de los consumidores quieren comprar de forma sustentable y una tercera parte de ellos ya lo hacen, esta es una oportunidad de mercado considerable y queremos asegurarnos de que nuestras marcas estén listas para ello”.
—¿Cuáles son los desafíos de Unilever respecto a la sustentabilidad para los años y las generaciones que vienen?
—Cuando lanzamos el Plan de Vida Sustentable nos fijamos objetivos muy ambiciosos y hemos realizado mejoras considerables en toda nuestra cadena de valor. Estamos en camino de lograr 80 por ciento de los objetivos planteados originalmente, y muchas cosas han cambiado en el mundo desde entonces. Por eso tuvimos que pensar en qué sigue. Cuando empezamos a cuestionar esto vimos que era importante considerar la opinión externa y de nuestros colaboradores sobre nuestro progreso y hacia dónde debemos dirigirnos, cómo se sienten con los avances, qué es lo que creen que hace falta, así que hicimos un ejercicio de investigación sobre el futuro de los negocios sustentables, el cual incluyó entrevistas con diversas audiencias y más de 40,000 de nuestros empleados. Gran parte de los hallazgos de esta investigación nos ayudará a hacer cambios inmediatos y se incorporarán en el diseño de nuestros planes a futuro.
“Por ejemplo, en México los seis temas principales que los empleados identificaron como los más importantes para el futuro son: cambio climático, acceso al agua, protección del mundo natural, cero desperdicios en comida y empaques, acceso a la educación, capacitación y habilidades y la preservación de la salud, higiene y nutrición. A lo largo de estos siete años hemos aprendido que no podemos lograr nuestros metas solos, por ello es necesario establecer relaciones robustas y positivas con las ONG, autoridades, académicos y otras empresas, para que juntos, trabajando en equipo, logremos alcanzar un cambio sistémico y hacer de la sustentabilidad algo cotidiano”.