La relación entre Donald Trump y Elon Musk, que alguna vez pareció una poderosa alianza entre el poder político y la innovación tecnológica, ha llegado a un abrupto final. Este jueves ambos protagonizaron un intercambio de acusaciones públicas que deja ver la profundidad de su ruptura. Trump lo llamó “loco” y Musk respondió acusándolo de “ingratitud”, desatando una tormenta política y bursátil.
SUBSIDIOS, CONTRADOS Y DESMANTELAMIENTO
La confrontación comenzó cuando Trump anunció en su red Truth Social la cancelación de los subsidios y contratos gubernamentales a empresas de Elon Musk. “La forma más fácil de ahorrar miles de millones de dólares es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon“, escribió, refiriéndose a Tesla y SpaceX.
La respuesta del magnate no se hizo esperar. A través de su red X (antes Twitter), Musk declaró que SpaceX comenzará a desmantelar de inmediato la nave espacial Dragon, utilizada por la NASA para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
IMPACTO EN TESLA Y EN LOS MERCADOS
El conflicto tuvo consecuencias inmediatas en Wall Street. Las acciones de Tesla se desplomaron un -14.26%, borrando decenas de miles de millones de dólares en capitalización bursátil. Analistas financieros atribuyen esta caída al temor de que la guerra con Trump pueda comprometer la relación de Musk con el gobierno federal, particularmente con la NASA y contratos de defensa.
EL DETONANTE: LA LEY PRESUPUESTARIA
La ruptura venía gestándose desde la semana pasada, cuando Musk criticó duramente el megaproyecto de ley presupuestaria impulsado por Trump. El empresario la calificó de “abominación”, alegando que dispararía el déficit público.
El divorcio definitivo ocurrió durante una reunión en el Despacho Oval con el canciller alemán Friedrich Merz como testigo silencioso. Ante periodistas, Trump lamentó la actitud de su exaliado.
“Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió”, declaró.
ACUSACIONES CRUZADAS Y GOLPES BAJOS
Mientras Trump ofrecía declaraciones en la Casa Blanca, Musk replicaba en tiempo real desde X. Negó haber tenido acceso anticipado al proyecto de ley y desmintió las afirmaciones del presidente. “Falso”, escribió. Luego, en un tono más provocador, insinuó que sin su apoyo financiero —estimado en 300 millones de dólares— Trump habría perdido las elecciones presidenciales.
En una escalada sin precedentes, Musk sugirió sin pruebas que el nombre de Trump aparece en los documentos relacionados con Jeffrey Epstein, el financiero acusado de delitos sexuales. La Casa Blanca respondió calificando las acusaciones como “lamentables”.
— Elon Musk (@elonmusk) June 5, 2025
FIN DE UNA LUNA DE MIEL POLÍTICA
Desde su irrupción en la campaña de Trump el año pasado, la relación entre ambos líderes fue observada con atención. Musk llegó a llamar a Trump “el rey” durante la investidura, y el entonces presidente defendió públicamente a Tesla y SpaceX. Sin embargo, la convivencia con asesores y miembros del gabinete fue cada vez más tensa.
Fuentes cercanas a la Casa Blanca señalan que el punto de quiebre pudo haber sido político: el apoyo de Musk a un juez conservador en las elecciones judiciales de Wisconsin, donde la candidata demócrata ganó por amplio margen. Trump, conocido por su aversión a las derrotas, no lo habría tomado bien.
¿UN NUEVO PARTIDO POLÍTICO?
A pesar de que la Constitución le impide aspirar a la presidencia por ser ciudadano naturalizado, Musk parece decidido a mantener su influencia política. Este jueves insinuó la posibilidad de fundar un nuevo partido político en Estados Unidos, aumentando la incertidumbre en el ya polarizado escenario electoral.
“¿Será hora de crear un nuevo partido?”, preguntó Musk en su red X
Dejando abierta la posibilidad de una nueva fuerza en el tablero político estadounidense. N
(Con información de AFP)