A menudo chismear está mal visto y se considera un comportamiento inapropiado. Sin embargo, según especialistas en salud mental, esta acción tiene varios beneficios interesantes como fortalecer lazos sociales y liberar tensión, siempre y cuando sean con medida y sin perjudicar gravemente a otros.
Los académicos definen chismear como hablar sobre la vida o situaciones de otras personas, generalmente cuando ellas no están presentes. Puede incluir detalles verdaderos, exagerados o incluso rumores y casi siempre tiene un tono informal o relajado.
Según un análisis realizado por investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, el individuo promedio pasa 52 minutos todos los días haciendo exactamente eso. Además, la mayoría de los chismes son inofensivos. Aproximadamente 15 por ciento de lo que decimos en nuestras conversaciones incluye algún tipo de juicio negativo —lo que los científicos llaman un comentario “evaluativo”—. Más allá de eso, la mayoría de las personas simplemente relatan hechos, como “tuve que ir al hospital” y “salí tarde del trabajo por esta razón”.
De acuerdo con un artículo de CNN, aunque los chismes a menudo se estereotipan como un pasatiempo femenino, de clase baja o sin educación, en realidad no es así.
“Nuestros datos desacreditaron todos los estereotipos. Como especie social, tenemos que hablar de las personas. No vivimos de forma aislada, y hablamos de personas que inevitablemente a veces no están presentes”, explicó para el medio Megan Robbins, profesora de Psicología de la Universidad de California en Riverside.
CHISMEAR TE LIBERA DEL ESTRÉS: AQUÍ TODOS SUS BENEFICIOS
A continuación, te decimos los beneficios de chismear, en voz de los especialistas:
Conexión social y protección comunitaria: Alexandra Hoerr, terapeuta clínica licenciada y fundadora de Optimum Joy Clinical Counseling, cree que los chismes pueden usarse como una medida de protección para cuidarnos unos a otros, en lugar de simplemente denigrar a las personas.
“Veo esto mucho en el mundo de las citas, donde las mujeres hablan con otras sobre situaciones para protegerse mutuamente o mantenerse informadas sobre hechos potencialmente peligrosos o dañinos. En estas circunstancias, el chisme no es malicioso, sino más bien un aviso sobre algo que han notado para evitar que otras tengan que pasar por lo mismo”, refiere.
Una liberación emocional: contar algo que te inquieta o escuchar historias ajenas puede servir como una válvula de escape emocional. Es una forma de canalizar estrés o frustración (siempre y cuando no se vuelva tóxico).
Estimula la mente y entretiene: analizar, interpretar y recordar detalles de un chisme activa funciones cognitivas como la memoria, la atención y hasta el pensamiento crítico (aunque suene exagerado, es real). Además, a veces simplemente es divertido. Los chismes inofensivos nos sacan risas, nos entretienen y nos distraen de la rutina diaria.
Sin embargo, los expertos hacen hincapié en que no todos los chismes son buenos. “Si se usa para herir, difamar o manipular, deja de ser saludable. El chisme positivo o neutral es el que puede tener estos beneficios, el destructivo, mejor evitarlo”, coinciden. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)