La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha entrado en una nueva fase de confrontación directa. Este viernes, Pekín anunció un aumento arancelario al 125% sobre productos estadounidenses, calificando las medidas de Washington como “una violación grave” a las normas del comercio global.
La respuesta china llega solo días después de que el gobierno de Donald Trump impusiera nuevos impuestos del 145% a bienes provenientes de China. “A estos niveles, los productos estadounidenses ya no tienen ninguna posibilidad de ser aceptados en el mercado chino”, advirtió la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado, que además anunció que llevará el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Un pulso que sacude al mundo
Las implicaciones no se limitan al intercambio bilateral. Las tensiones han comenzado a desestabilizar los mercados internacionales: el dólar cayó a su nivel más bajo en tres años frente al euro y el índice Nikkei de Japón cerró con una baja del 2.95%. Las bolsas europeas también registraban pérdidas a media jornada.
Trump, por su parte, ofreció una pausa de 90 días en los aranceles para 60 socios comerciales… excepto China. La decisión ha sido percibida como un intento de aislar a Pekín mientras refuerza alianzas con otros bloques.
Xi Jinping llama a la Unión Europea a un frente común
En un gesto sin precedentes, el presidente chino, Xi Jinping, pidió a la Unión Europea “resistir juntas” el “hostigamiento unilateral” de Estados Unidos. Durante una reunión con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, Xi abogó por defender la globalización económica y fortalecer los lazos comerciales entre China y Europa.
“Tanto España como Europa tenemos un importante déficit comercial con China que hay que trabajar por subsanar”, reconoció Sánchez, pero subrayó que “las tensiones comerciales no deben interponerse al potencial de cooperación”.
Más frentes abiertos: México y el conflicto por el agua
Además de China y Europa, Trump abrió otro frente esta semana: México. El mandatario estadounidense amenazó con aranceles y sanciones si el gobierno mexicano no entrega a Texas el agua estipulada en el Tratado de 1944. Las tensiones se suman a las fricciones por el tráfico de fentanilo y la disputa por productos agrícolas, aunque el T-MEC ha protegido momentáneamente a varios bienes de represalias directas.
¿Y ahora qué?
Mientras la Comisión Europea envía funcionarios a Washington para intentar contener la escalada, el Banco Central Europeo ya se declaró “listo para intervenir” si las turbulencias comerciales afectan la estabilidad financiera.
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Pero en Pekín, el mensaje es claro: China no cederá ante la presión de Washington. Con los nuevos aranceles activándose este sábado, el conflicto comercial promete intensificarse en los próximos días, con impactos que irán mucho más allá de los contenedores de carga. N
Con información de Animal Político.