“Quiero resaltar algo que hemos dicho varias veces: el fortalecimiento de las empresas públicas y la soberanía energética no significa que estamos cerrados a la inversión privada; por el contrario, la consideramos una aliada para alcanzar y potenciar las metas de México”.
La titular de la Secretaría de Energía de México, Luz Elena González Escobar, tiene como encargo uno de los desafíos más apremiantes del país: fortalecer las empresas públicas, impulsar la transición energética y atraer inversión privada bajo esquemas regulados. Y justo sobre este último punto confirma que el gobierno mexicano recurrirá a esquemas financieros “innovadores” para atraer inversión privada y asegurar un crecimiento “sostenible y equilibrado”.
“Es importante resaltar que las empresas privadas no serán desplazadas ni se cancelará el mercado eléctrico mayorista“, explica en entrevista con Newsweek en Español. “Por el contrario, la iniciativa privada tendrá crecimiento, ya que habrá reglas claras para invertir y garantías de un abasto suficiente y confiable de energía y servicios conexos”.
De aquí al final del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum, en 2030, se estima que México enfrentará una demanda de energía de 65,000 megavatios (MW). En términos prácticos, un megavatio equivale a un millón de vatios; y una casa mediana consume en promedio unos 20,000 vatios diariamente. De acuerdo con González Escobar, se estima que los inversionistas privados aportarán 6,400 MW adicionales de capacidad en proyectos prioritariamente de energía limpia a través de las diferentes figuras de participación que se contemplan en las nuevas leyes.
LA SECRETARÍA DE ENERGÍA ASUMIRÁ LA RECTORÍA DEL SECTOR
“En esta administración consolidaremos el rescate energético con reformas constitucionales y legales que revertirán definitivamente las políticas neoliberales y la reforma privatizadora de 2013”, explica. Y dice que con ello se buscará devolver a la nación sus empresas públicas para garantizar el abasto de energéticos, la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional y el suministro de gasolinas.
Según la funcionaria, la reforma privatizadora de 2013 fue un fracaso, pues prometió un mercado eléctrico eficiente, pero solo 30 por ciento de la energía se vendía formalmente, mientras que el resto operaba en esquemas irregulares. En tanto, respecto a los hidrocarburos añade que las grandes inversiones esperadas nunca llegaron y que Pemex se endeudó sin precedentes, la exploración y producción cayeron drásticamente, y hoy la producción privada apenas aporta el 6 por ciento.
Opina la secretaria de Energía: “El sector energético es estratégico para cualquier nación que aspire al desarrollo. Pero durante los gobiernos neoliberales eso se olvidó deliberadamente, y al inicio del gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador el sector estaba desmantelado y abandonado. Las empresas del Estado fueron fragmentadas y forzadas a competir en condiciones desiguales, con una carga fiscal desproporcionada que buscaba hacerlas parecer ineficientes para justificar su privatización. Ante eso, el expresidente emprendió el rescate de Pemex y la CFE y logró avances en seguridad y abasto, aunque con un marco normativo adverso que limitó el progreso”.
Por ello, de frente al futuro, dice que ahora se impulsará el desarrollo regional, la transición energética y una participación privada ordenada que complemente las capacidades del Estado. En ese sentido, la Secretaría a su cargo asumirá la rectoría del sector con “mayor austeridad y eficiencia”, y la nueva Comisión Nacional de Energía gestionará autorizaciones y supervisión.

INVERSIONES PARA EL DESARROLLO DEL SECTOR
Antes de asumir su actual puesto, en octubre de 2024, Luz Elena González se desempeñó como secretaria de Administración y Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México. Economista con amplia experiencia en administración pública, especialmente en finanzas, energía e infraestructura, frente a la responsabilidad que se le ha encomendado responde que este “es un gran reto”, pero también “un gran honor”.
“Ser titular de esta agenda me compromete a trabajar incansablemente para generar acuerdos y liderar la construcción de una política que haga realidad nuestra visión de soberanía y justicia energética”, apunta. Y agrega: “El propósito es que cada hogar del país pueda acceder a la energía que necesita para realizar sus actividades cotidianas y que nunca más queden relegados del avance y el bienestar que generan los recursos de la nación”.
En noviembre de 2024, la Secretaría de Energía presentó el Plan Nacional de Energía, un programa mediante el cual se alinean los objetivos del sector durante el sexenio 2024-2030 y que comprende dos partes: la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico y la Estrategia Nacional del Sector de Hidrocarburos y Gas Natural.
En ese sentido, la secretaria explica que el plan del sector eléctrico contempla una importante inversión pública: 22,377 millones de dólares para generación de energía; 46,611 millones de pesos en transmisión; 3,600 millones de dólares en distribución; y 20,461 millones de pesos para acciones y programas de justicia energética.
Y expone que, para aquellas inversiones destinadas netamente a la generación eléctrica, se podrá entregar energía y capacidad, de forma exclusiva, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a través de contratos de largo plazo con la posibilidad de ceder la infraestructura al Estado al final del periodo.
¿QUÉ MÁS PRETENDE EL PLAN NACIONAL DE ENERGÍA?
Además, se permitirán esquemas de producción mixta, en los que los privados aportarán hasta 46 por ciento de la inversión y la CFE, el 54 por ciento restante. También, dice, se mantendrá la venta de energía en el mercado eléctrico mayorista (MEM) para complementar la oferta y garantizar un abasto eléctrico suficiente con despacho económico.
Mientras tanto, en el sector de los hidrocarburos, afirma, para las actividades de exploración el objetivo es incrementar las reservas 3P —reservas probadas más las probables más las posibles— para garantizar al menos diez años de producción.
“Y en el tema de extracción buscamos formar un clúster de yacimientos en el norte del Golfo de México, con Trión, Nobilis y otros cerca de la frontera con Estados Unidos a través de una inversión estimada de 20,000 millones de dólares, que podría generar hasta 500,000 barriles diarios en el mediano plazo. También trabajaremos en la recuperación de la extracción de Ku-Maloob-Zaap y Akal —en Campeche— mediante procesos de recuperación mejorada”.
En cuanto al gas natural, la meta del gobierno de México es alcanzar una producción de 5,000 millones de pies cúbicos diarios e incrementar la capacidad de almacenamiento con el desarrollo de los campos Lakach, Piklis y Kunah. Además, según revela la titular de Energía, se explorará el potencial del gas no convencional en Ixachi, Quesqui y el Casquete de gas en Cantarell.
Y en lo que respecta a las energías limpias el desafío es fomentar la recuperación de litio en salmueras petroleras y el desarrollo de energía solar y eólica en plataformas con la participación del sector privado, pues “la colaboración entre las empresas públicas y privadas es esencial para fortalecer la infraestructura y asegurar la sostenibilidad del sistema energético en México”.

ESTRATEGIAS CONTRA LOS RETOS ESTRUCTURALES
La electricidad y los hidrocarburos son los principales pilares de energía a nivel global. La electricidad se genera a partir de métodos como los combustibles fósiles (carbón, gas natural, petróleo), hidroeléctricas, plantas nucleares y fuentes de energías renovables (solar, eólica, geotérmica). En tanto, los hidrocarburos incluyen el petróleo y el gas natural, que son la base de combustibles como la gasolina, el diésel y el gas LP.
Ambos sectores están en transformación en todo el mundo, lo que incluye un impulso hacia la transición energética para reducir la dependencia de combustibles fósiles y aumentar el uso de fuentes limpias y sostenibles.
La responsable del sector energético del país es clara al señalar que, pese a la ambiciosa agenda para la transición energética de México, los combustibles fósiles seguirán siendo esenciales para garantizar la confiabilidad del sistema: “Por lo tanto, mantener la inversión en este sector sigue siendo crucial mientras avanzamos hacia la adopción gradual de energías limpias”.
Apunta que, para ambos sectores, el de la electricidad y el de los hidrocarburos, la dependencia a su cargo realizó un diagnóstico para establecer un plan en consecuencia: “En cuanto al sector eléctrico, a través de un trabajo técnico revisamos nodo por nodo para saber cuáles son las necesidades de energía en generación, transmisión y distribución. Derivado de ello sabemos que México enfrentará una demanda máxima estimada de 65,000 MW hacia 2030 mientras se avanza en la ruta de la transición energética y abandona gradualmente los combustibles fósiles”.
LA PLANEACIÓN VINCULANTE DE LA SECRETARÍA DE ENERGÍA
Ante ese escenario, añade, la planeación vinculante que comandará la Secretaría de Energía (Sener), en coordinación con las empresas públicas y los institutos sectorizados en la dependencia, permitirá dirigir los esfuerzos y recursos a las regiones que más lo requieren y así propiciar un “desarrollo regional equilibrado e incluyente”.
Para ello “hemos diseñado el Plan de Confiabilidad, el cual permitirá adicionar 9,540 MW mediante programas de mantenimiento, modernización y adquisición de combustibles para las centrales de la CFE. Además, se estima la incorporación de 7,228 MW en los próximos tres años por la puesta en marcha de proyectos iniciados en la administración previa y un plan de expansión que contempla agregar 21,846 MW de capacidad a 2030 con inversión pública, cogeneración entre la CFE y Pemex y participación de los privados”.
En lo tocante al sector de los hidrocarburos, González Escobar apunta que la reducción de la deuda de Pemex es un reflejo claro del progreso alcanzado: “Y se mantendrá esa trayectoria a través de un plan integral que incluye el refinanciamiento de deuda, la liberación de flujos de capital y un programa de austeridad para redirigir recursos hacia proyectos de exploración, producción y energías limpias con el apoyo de la inversión privada”.
En ese sentido, adelanta que Pemex tendrá preferencia en la selección de áreas de asignación para el desarrollo propio o en las asignaciones para el desarrollo mixto, donde podrán participar las empresas privadas para complementar las capacidades de la empresa pública, con contraprestaciones claras para las empresas particulares.
Además de la exploración y extracción, Pemex podrá desarrollar proyectos mixtos con la iniciativa privada en áreas como la producción de petroquímicos y fertilizantes, las actividades “aguas abajo” relacionadas con la comercialización, y proyectos de cogeneración de energía limpia, incluidas fuentes solares y eólicas.
JUSTICIA SOCIAL, COBERTURA E INCLUSIÓN DIGITAL
González Escobar insiste en que las reformas secundarias aprobadas en el Congreso buscan, sobre todo, robustecer las capacidades del Estado a través de las empresas públicas. En ese tenor, considera que devolverle al pueblo las empresas constituye un principio de justicia social que se convierte en una tarea para que la energía sea un derecho que pase del papel a una realidad para todos los mexicanos.
“Recuperar las capacidades del Estado también nos permitirá hacer justicia en el campo y agregar valor a nuestros hidrocarburos”, manifiesta. “Basta de vender petróleo barato para comprar gasolinas y derivados caros. Antes de la privatización de nuestras empresas México producía fertilizantes para su campo. Con la reactivación del complejo Cangrejera y la ampliación de capacidades de los complejos Morelos y Cangrejera estamos en un proceso de recuperación de nuestra petroquímica”.
A pesar de los avances en infraestructura, miles de comunidades en México aún carecen de acceso a la electricidad. Esta adversidad no solo limita el bienestar de sus habitantes, sino que profundiza las desigualdades en educación, salud y desarrollo económico. La ubicación remota, los altos costos de expansión de la red y la falta de rentabilidad en zonas de poca población son algunas de las principales barreras.

UN ENFOQUE PRIORITARIO EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS Y AFROMEXICANAS
La titular de Energía reconoce que con la privatización del sector ha sido muy difícil llegar a todas las partes del país, por ello, para aquellos hogares que aún no cuentan con servicio eléctrico, la CFE contempla acciones para garantizar la cobertura universal mediante 42,221 obras de electrificación en todo el país, lo cual beneficiará a más de 550,000 habitantes. Además, señala, se impulsarán proyectos de generación distribuida de corte social que conecten a las comunidades que se encuentran alejadas de las redes de distribución.
“Este esfuerzo tiene un enfoque prioritario en las comunidades indígenas y afromexicanas —revela—. Iniciaremos con los pueblos seri, yoreme, o’dam, mexikan, zapoteco, chinanteco, xhidza, xhon, amuzgo, yumano y de la selva Lacandona. No se trata de un plan de infraestructura: es un acto de justicia social. Es garantizar que cada niña, niño y familia en México tenga acceso a las mismas oportunidades, sin importar su ubicación geográfica”.
En tanto, agrega, para favorecer la inclusión digital de todas las personas, el programa de fortalecimiento de la CFE contempla aumentar la cobertura y acceso gratuito al internet en localidades alejadas, a través de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, incluidas escuelas y clínicas, para que el estudiantado y los centros de salud cuenten con conectividad.
HIDROCARBUROS Y TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Impulsada por la urgencia de reducir emisiones y mitigar el cambio climático, la transición energética es un objetivo prioritario a nivel mundial. Sin embargo, México sigue apostando por la refinación y producción de combustibles fósiles, lo cual ha generado un intenso debate sobre esta estrategia.
“La transición energética no ocurre de la noche a la mañana”, revira Luz Elena González. “Requiere tiempo, nuevas inversiones y la determinación de las autoridades para avanzar hacia un modelo sustentable. Nuestra visión en esta administración es implementar una estrategia integral que involucre a todos los actores del sector mediante un trabajo conjunto”.
En ese sentido, explica que la estrategia consiste en acelerar la transición energética a través de Pemex y la CFE: “Pemex ha incorporado una línea estratégica enfocada en energías limpias y ha implementado prácticas de economía circular que incluyen reutilización, reciclaje y reducción de residuos para disminuir emisiones de gases de efecto invernadero. Además, se ha puesto en marcha Pemex Energía, con un portafolio de proyectos alineados con la transición energética que pronto serán anunciados”.

PEMEX JUEGA UN PAPEL CLAVE, DICE LA SECRETARÍA DE ENERGÍA
En tal contexto, adelanta que los hidrocarburos seguirán siendo un pilar fundamental para sustentar la transición hacia las energías renovables. “En este sentido, Pemex juega un papel clave, no solo en la producción de combustibles, sino en garantizar la soberanía energética del país. Si bien existen áreas de oportunidad, hemos trabajado de la mano con la Secretaría de Hacienda para fortalecer su estabilidad financiera y cumplir con sus obligaciones para generar el valor necesario para sostener sus líneas de negocio. Al inicio de la administración se evaluó la viabilidad del petróleo como negocio, y además de determinar que existe margen de rentabilidad, su contribución a la soberanía energética es incuestionable”.
En tanto, la CFE desarrolla 16 proyectos de energía 100 por ciento renovable que entrarán en operación entre 2027 y 2029, anticipa la secretaria de Estado. Entre ellos destacan nueve centrales fotovoltaicas en el norte del país y siete centrales eólicas distribuidas en el norte, centro y sur. Cada proyecto incluirá un sistema de almacenamiento eléctrico que aportará un suministro adicional de 30 por ciento de la capacidad instalada. En total, estos proyectos aportarán 9,358 MW con una inversión de 10,492 millones de dólares.
“En cuanto a la participación privada, se tiene prevista una capacidad de 6,400 MW provenientes exclusivamente de energía renovable. Con estas acciones, para 2030 la energía limpia representará el 38 por ciento del Sistema Eléctrico Nacional, con lo que se logrará una reducción de 4.5 por ciento en las emisiones de dióxido de carbono”.
“CONFÍEN EN EL GOBIERNO DE MÉXICO”
—Independientemente del Plan Nacional de Energía, ¿cuál es el mensaje para los mexicanos que todos los días se quejan del precio de la gasolina y del gas, de los apagones en sus barrios, de las variaciones en los recibos de la luz? —le preguntamos a Luz Elena González.
—Les diría que confíen en el Gobierno de México, en que estamos trabajando cada día para garantizar el acceso a energía sustentable y asequible, que estamos comprometidos con generar bienestar para todas y todos, y eso incluye la energía. Ejemplo de esto es la política para mantener precios bajos en los energéticos a partir de hacer más eficiente las empresas públicas, que ahora tendrán programas de austeridad con metas anuales concretas, pero sin disminuir sus objetivos.
“También estamos manteniendo la política de subsidios a la electricidad para el consumo básico doméstico para la gente que menos tiene. Esto se garantiza porque la CFE es el suministrador básico por excelencia porque esa es su función original, llevar energía a todos los rincones del país”.
LA SECRETARÍA DE ENERGÍA BUSCA EVITAR INCREMENTOS INJUSTIFICADOS
“En relación con la variación en los precios de la gasolina, el pasado 27 de febrero el Gobierno de México firmó voluntariamente con importadores, comercializadores, distribuidores y dueños de estaciones de servicio una estrategia nacional para estabilizar el precio de la gasolina de bajo octanaje, con lo que se busca evitar incrementos injustificados. Después de diversas reuniones de trabajo logramos acordar condiciones para que Pemex fije un precio único para las terminales de almacenamiento y distribución, garantizando márgenes de comercialización razonables y, así, conseguir que el precio de la gasolina regular sea menor a 24 pesos por litro.
“Y, además —concluye la secretaria de Energía—, mantendremos el mecanismo de estímulos fiscales para mitigar el impacto de la variación de los precios internacionales y el tipo de cambio con ajustes al IEPS [Impuesto Especial sobre Producción y Servicios]. También se reforzarán las acciones de seguridad en las estaciones y se simplificarán los procesos en aduanas y el cumplimiento del pago de impuestos, como parte de esta decisión colectiva, a la que se sumaron empresas gasolineras de todo el país”. N