En la región de Las Quebradas, Durango, varias comunidades han quedado casi deshabitadas debido a la migración de sus habitantes en busca de empleo. De acuerdo con el diputado Héctor Herrera Núñez, algunos pueblos han perdido hasta el 80 por ciento de su población, mientras que otros han quedado completamente vacíos.
A diferencia de otras regiones del país donde la inseguridad ha sido el principal motivo de migración, en Las Quebradas la causa principal es la falta de oportunidades laborales. Muchos habitantes han optado por trasladarse a las ciudades en busca de trabajo, dejando comunidades enteras sin actividad.
Herrera Núñez señaló que, además del desplazamiento hacia zonas urbanas, varios habitantes aceptaron en el pasado formar parte del programa de asilo de Estados Unidos y han decidido establecerse en ese país. Sin embargo, mencionó que existe la posibilidad de que algunos regresen debido a las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
El legislador de Morena mencionó casos específicos, como la comunidad de Huajupa, en el municipio de Otáez, que actualmente está deshabitada. En Santiago Papasquiaro, localidades como Santa Efigenia, ubicada a nueve horas de la cabecera municipal, también han quedado sin habitantes.
Apuntó que este fenómeno de pueblos fantasma en Las Quebradas refleja la falta de oportunidades económicas, planteando el reto de generar condiciones que permitan a sus pobladores regresar o evitar el abandono de más comunidades.
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