La Fiscalía General del Estado de Durango investiga la muerte de Marcela Alcázar, presuntamente causada por envenenamiento en un ritual con veneno de sapo. Hasta ahora, no se han emitido órdenes de aprehensión, ya que se espera el resultado del análisis patológico.
Marcela Alcázar, de 33 años, falleció el 1 de diciembre en Durango capital tras participar en un ritual espiritual en el Centro Moyocoyani, que se presenta como un espacio de terapias de medicina ancestral. Durante el ritual, se habría utilizado veneno de sapo, conocido como Kambó, lo que ha generado sospechas de que esta sustancia pudo ser la causa de su muerte.
Sonia Yadira de la Garza, Fiscal del Estado, informó que la FGE continúa investigando el caso y que los resultados del examen patológico son indispensables para avanzar en el proceso legal. Señaló que la falta de estos resultados ha impedido la emisión de una orden de aprehensión contra el líder “sanador”, ya que no es posible vincularlo a proceso sin pruebas científicas. Asimismo reconoció que esta persona dejó Durango tras la muerte de Marcela en el ritual.
Mencionó que han realizado cateos en el lugar donde se llevó a cabo el evento, obteniendo muestras de sustancias para su análisis. Si se confirma que el veneno de sapo fue responsable del fallecimiento, el líder del ritual podría enfrentar cargos por homicidio culposo.
La fiscal señaló que, aunque no se han detectado otros casos similares en la región, es importante que la ciudadanía evite participar en actividades que involucren el uso de sustancias no reguladas o aprobadas por organismos como la Organización Mundial de la Salud.
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