Marzo marca el decimotercer aniversario de la guerra en Siria, con atrocidades sistemáticas y sufrimiento indecible de civiles, indica la ONU. El conflicto ha dejado hasta el momento más de 507,000 muertos, indicó este jueves 14 de marzo una el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El conflicto inició con la represión brutal por parte del gobierno Bashar al Asad en contra de la movilización popular que surgió el 15 de marzo de 2011. En la protesta los civiles reclamaban corrupción política y violaciones a derechos humanos, principalmente. Así como fue se desató una guerra civil en la que acabaron participando ejércitos extranjeros y grupos yihadistas, es decir, se transformó en un conflicto internacional entre varios países, incluidos las dos mayores potencias nucleares, así como otras regionales.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de fuentes en el terreno, afirmó que más de 164,000 civiles, entre ellos más de 15,000 mujeres y 25,000 niños, han perdido la vida.
LOS MUERTOS DE LA GUERRA DE SIRIA
Más de 343,000 combatientes, incluidos soldados, milicianos de grupos proiraníes, fuerzas kurdas y yihadistas del Estado Islámico, también murieron, agregó la organización. En marzo de 2023, el balance total era de 503,000 víctimas mortales.
El régimen del presidente de Siria, Bashar al Asad, recuperó progresivamente el territorio que había perdido, con el apoyo de sus aliados Irán y Rusia. Pero amplias zonas del norte del país siguen fuera del control del gobierno. La ONU indicó que, en 2024, 16,7 millones de personas en Siria necesitan algún tipo de ayuda humanitaria o protección, “el mayor número desde el inicio de la crisis en 2011”.
La guerra ha hecho estragos en la economía siria, sus infraestructuras y su industria, a lo que se ha sumado el impacto de las sanciones occidentales. Al menos 7.2 millones de desplazados internos viven en Siria, según datos de la ONU.
EL TERREMOTO, UNA CATÁSTROFE MÁS PARA SIRIA
El terremoto que sacudió el noroeste del país, y también el sur de Turquía en febrero del año pasado, recrudeció la situación de todos ellos, es decir, 90 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Pero el coordinador humanitario regional de la ONU, David Carden, aseguró la semana pasada que es muy difícil recaudar fondos para el programa de ayuda.
Suhair Zakkout, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Damasco, advirtió que el conflicto ha tenido “consecuencias devastadoras” para todos los sirios y provocado un “dolor inimaginable”. Dijo: “En Siria hay toda una generación que sólo ha conocido la pérdida, el desplazamiento y la guerra”.
LA VIOLENCIA EN SIRIA SE INTENSIFICA
La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, que informa al Consejo de Derechos Humanos, advirtió esta semana que los combates se intensificaron el 5 de octubre del año pasado, cuando explosiones consecutivas en una ceremonia de graduación de la academia militar en Homs, controlada por el gobierno, mataron al menos a 63 personas, incluidos 37 civiles.
El gobierno sirio y las fuerzas rusas “respondieron con bombardeos” que golpearon al menos 2,300 sitios en áreas controladas por la oposición en el espacio de tres semanas, “matando e hiriendo a cientos de civiles”, dijeron los investigadores.
Los lugares afectados incluían “hospitales, escuelas, mercados y campamentos para desplazados internos bien conocidos y visibles”, lo que puede equivaler a crímenes de guerra, dijo en un comunicado.
Siria ha utilizado municiones en racimo en áreas densamente pobladas, “continuando patrones devastadores e ilegales que hemos documentado en el pasado”, dijo el comisionado Hanny Megally. Añadió: “Los ataques de octubre resultaron en la huida de unas 120,000 personas, muchas de ellas desplazadas anteriormente varias veces, incluso por los devastadores terremotos del pasado febrero”. N