Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo. Según informa la Organización Mundial de la Salud, diariamente unas 50,000 personas pierden la vida a resultas de una enfermedad cardiovascular. Sin embargo, a diferencia de muchas otras afectaciones, todos podemos reducir los riesgos adoptando sencillas rutinas cotidianas para mantener la salud del corazón.
A fin de entender mejor lo que debemos hacer para protegernos de la enfermedad cardiovascular, Newsweek entrevistó al Dr. Haider Warraich, director del Programa de Insuficiencia Cardiaca del Sistema de Salud de Boston para Veteranos y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, así como del Brigham and Women’s Hospital, Estados Unidos. El desafío era averiguar qué hace todos los días para mantener la salud de su corazón en buenas condiciones.
Lo primero es el ejercicio. “Hago ejercicio entre cinco y seis veces por semana”, revela Warraich, quien también es autor del libro State of the Heart. “Empiezo con 30 minutos en mi bicicleta estacionaria (y, mientras pedaleo, leo alguna novela), para luego hacer ejercicios de resistencia durante otros 30 minutos”.
EL EJERCICIO CONTRIBUYE A LA BUENA SALUD DEL CORAZÓN
El corazón es un músculo, así que, como cualquier otro, debemos ejercitarlo para fortalecerlo. El ejercicio aeróbico —como caminar, correr, nadar y bailar— fortalece el corazón y, al mismo tiempo, reduce la presión arterial y contribuye a mantener un peso saludable.
El director general de Sanidad de Estados Unidos recomienda dedicar 2 horas y 30 minutos semanales a algún ejercicio de intensidad moderada, el cual puede consistir en caminar a paso rápido o montar en bicicleta. En cuanto a los niños y los adolescentes, su recomendación es una hora diaria de cualquier actividad física.
Lo siguiente es prestar atención a lo que comemos. La dieta no solo es el factor más importante para mantener un peso saludable, sino que la selección de alimentos contribuye en gran medida a mejorar o deteriorar la salud del corazón. Y así, por ejemplo, los alimentos ricos en sodio, azúcares y grasas saturadas se han asociado con un mayor riesgo de diabetes y de enfermedad cardiovascular.
“En lo personal, recomiendo la dieta mediterránea y, en la medida de lo posible, optar por una dieta con alto contenido de proteína, pero poca sal, azúcares añadidos y grasas saturadas”, sugiere Warraich.
¿Y qué hay de lo que bebemos? “Consumido en cantidades razonables, el café parece estar asociado con algunos beneficios para la salud”, responde Warraich. “No obstante, el exceso de café puede dañar la salud y volvernos dependientes de la cafeína. Como médico e investigador siempre estoy muy ocupado, por lo que limito mi consumo de café a tres tazas al día”.
CUIDADO CON LA CAFEÍNA Y EL ALCOHOL
En lo que respecta a los adultos sanos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomienda que el consumo de cafeína se limite a 400 miligramos diarios, el equivalente a cuatro o cinco tazas de café al día.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que ciertos medicamentos y condiciones de salud nos vuelven más sensibles a los efectos de la cafeína, mientras que las mujeres embarazadas o lactantes deben limitar la ingestión de ese estimulante.
Por supuesto, también preguntamos por el consumo de alcohol. “Por desgracia, los datos más recientes sugieren que cualquier cantidad de alcohol puede ser perjudicial para la salud cardiovascular, y que el riesgo aumenta de manera proporcional a la ingesta”, previene Warraich.
De hecho, el consumo habitual de alcohol se ha asociado con la hipertensión, trastorno que aumenta el esfuerzo que realiza el músculo cardiaco y eleva el riesgo de enfermedad cardiovascular. A decir de los CDC, es conveniente que las mujeres limiten la ingesta a solo una ración de alcohol diaria, mientras que los hombres no deben consumir más de dos copas al día. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)