La industria forestal en Pueblo Nuevo, Durango enfrenta desafíos debido a la importación de madera sin cobro de aranceles desde Brasil y Chile, según lo señalado por Miguel Sifuentes Ávila, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en la región.
Esta situación, expuso, ha impactado directamente las ventas de los productores locales, quienes luchan por competir en precio con la madera extranjera que se vende a tarifas considerablemente más bajas.
Sifuentes Ávila explicó que la ausencia de impuestos en la madera importada permite a las empresas extranjeras ofrecer precios más bajos, afectando gravemente a los productores locales.
Anteriormente, el precio por pliegue entre los locales era de 16 pesos, pero la competencia ha obligado a reducirlo a 10 u 11 pesos. En comparación, los productos chilenos y brasileños se comercializan a 10 pesos, e incluyen acabados, lo que resulta más atractivo para los clientes.
Por lo anterior, la disminución en la demanda de madera local, ha llevado a una paralización de más del 50 por ciento de los aserraderos del estado, con solo el 30 por ciento de las industrias trabajando actualmente.
El líder de la CNC, junto con 20 ejidatarios, instaron a la aplicación de aranceles a los empresarios forestales internacionales para nivelar el terreno de juego y proteger los intereses de los ejidatarios de Durango.
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