La adopción de servicios de la nube se ha convertido en un catalizador fundamental para la transformación e innovación tecnológica. Ofrece una gama de beneficios tanto para usuarios como para grandes empresas, y no solo por eficientizar procesos, sino porque está redefiniendo la forma en que interactuamos con la información y los servicios en línea.
Uno de los usos más evidentes es su accesibilidad. La gran data que hoy almacenamos en nuestros dispositivos electrónicos sería imposible sin la nube (cloud). Gracias a esta tecnología podemos descargar aplicaciones, guardar contactos o visualizar archivos multimedia en cuestión de segundos.
Su implementación y flexibilidad también vino a eliminar las barreras físicas y a proporcionar una continuidad sin precedentes. Muestra de ello fue la pandemia: equipos que estaban distribuidos geográficamente podían trabajar en conjunto y en tiempo real, compartir documentos, realizar ediciones simultáneas y mejorar la eficiencia operativa.
La nube se ha convertido en una extensión virtual para nuestra vida cotidiana; sin embargo, hoy nos dirigimos a una era donde convergen otras tecnologías, como la inteligencia artificial, el 5G o el internet de las cosas (IoT). Ello implica mayores retos para la nube, pero también más usos que están impulsando una aceleración digital en diversos sectores.
De acuerdo con nuestro reciente estudio “El cloud en América Latina”, entre los desafíos y tendencias que hay al transitar por la nube está la reducción del time to market o la duración desde que se crea un producto hasta que sale a la venta; ya que las empresas podrían lanzar productos o servicios de manera más ágil y eficiente, disminuyendo el tiempo necesario para ponerlo en marcha. Esto aún es más acelerado con las startups que nacen nativas digitales y la nube soporta gran parte del negocio.
EL FUTURO DE LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA ES LA NUBE
Otro aspecto importante es que a futuro se busca mejorar la experiencia del cliente. Esto implica priorizar y personalizar las experiencias digitales y virtuales, generar prácticas basadas en datos y perfeccionar la segmentación de clientes. Así como la disminución de los tiempos de entrega y reducción de fallos en la producción a través de prácticas como DevSecOps.
Aunado a ello, 16.5 por ciento de los encuestados planea combinar análisis de datos con inteligencia artificial para explotar la información, cobrando especial énfasis la adopción de la IA generativa. Esta ha despertado gran interés y expectativa por su capacidad de generar contenido, imágenes, textos e incluso aplicaciones de manera autónoma.
Y si bien el journey hacia la nube no está exento de barreras culturales, de alineación, financieras y tecnológicas, destaca por la forma en que nos ha permitido interactuar con otras herramientas digitales emergentes y sus beneficios en términos de accesibilidad, colaboración y seguridad. No es simplemente un lugar para almacenar archivos, es un motor de transformación digital que impulsa el progreso tanto a nivel individual como empresarial.
Su adopción no solo impulsa la eficiencia y la flexibilidad, también sienta las bases para un futuro donde la innovación tecnológica se convierte en la norma. Es hora de mirar “hacia arriba”, hacia la nube, para garantizar un futuro prometedor. Pero siempre bajo una estrategia cuidadosa y que se adapte al contexto actual. N
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Juan Carlos Montero Vilchis es jefe de Tecnología Digital en NTT Data México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.