A un año de concluir el actual sexenio, y a pesar de los desafíos que aún persisten, los notables avances en el panorama de la seguridad en México ponen de manifiesto una colaboración efectiva entre las instituciones encargadas de la justicia.
En el país, la coordinación entre instituciones ha permitido combatir la impunidad y reducir la incidencia delictiva en 29 por ciento en los primeros ocho meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2019, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Equilibrar la seguridad estatal y nacional es un desafío fundamental para cualquier país. La primera se refiere a la protección y el orden internos en un estado o región particular, mientras que la segunda abarca la defensa del país en su conjunto y su relación, incluyendo las amenazas externas. Sin embargo, en la Ciudad de México se equilibra el peso de la balanza.
Modelos efectivos, como el implementado en la Ciudad de México, aportan ejemplos clarificadores de coordinación. La Fiscalía General de Justicia de la capital logró un aumento de 14 puntos porcentuales en las personas vinculadas a proceso, a quienes se les dictó prisión preventiva durante el mes de agosto de este año, en comparación con el mismo mes de 2019.
Mientras en la capital se implementan acciones en pro de la seguridad, la administración federal muestra una disminución de casi el 20 por ciento en los homicidios dolosos en agosto respecto a julio de 2018, cuando se registró el máximo histórico de casos por este delito.
SE VISUALIZAN CIFRAS HISTÓRICAS
Si bien es un camino complejo, la experiencia y el liderazgo iniciado en la actual administración, tanto federal como estatal, han permitido visualizar cifras históricas.
El mes de agosto presentó el índice más bajo de delitos de alto impacto en la historia de la capital del país. Mientras que en agosto de 2019 hubo 5,511 delitos, en el mismo mes de este año se registraron 1,810.
Es importante destacar que México está en el camino correcto hacia un futuro más seguro. Los avances mencionados, fundamentados en instituciones rigurosas en cuanto a análisis, son un testimonio del compromiso del país con la seguridad.
En primer lugar, la capacitación de las instituciones procuradoras de justicia, la transparencia en cuanto a rendición de cuentas y las buenas prácticas permiten que el avance sea constante y con proyecciones a largo plazo.
Segundo, la apertura para canalizar a las víctimas y darles una atención enfocada a sus necesidades permite que sean partícipes en el combate del delito con un acercamiento a las intuiciones para denunciar.
Debe existir un acuerdo claro entre el gobierno federal y los gobiernos estatales sobre las responsabilidades de cada uno en materia de seguridad. Sin embargo, en la CDMX, durante la administración de Claudia Sheinbaum, si un asunto se tomaba en el gabinete de seguridad, sea de la capital o no, se resolvía. La misma dinámica mantiene ahora Martí Batres Guadarrama. Las fronteras no limitan la justicia.
LA SEGURIDAD EN MÉXICO DEBE MEJORAR
Además, sentirse parte de una comunidad es clave para aumentar la seguridad y la percepción de esta: en la Ciudad de México se ha logrado fortalecer la participación ciudadana con programas que apoyan a los grupos vulnerables y la toma de decisiones que influye directamente en la aceptación de un gobierno o autoridad.
Gracias a los enfoques en perspectiva de género, tanto en la FGJCDMX como en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se ha logrado reducir el feminicidio en 37 por ciento en septiembre de este año, contra el mismo mes de 2020, así como un incremento de 150 por ciento las sentencias condenatorias por feminicidio en septiembre pasado.
La seguridad en una ciudad es un acto de equilibrio continuo y multifacético. Los enfoques integrales que involucran a la comunidad, las fuerzas de seguridad y el gobierno son esenciales para mantener esta balanza pareja. La seguridad no debe verse únicamente como la ausencia de delitos, sino como un Estado en el que los ciudadanos se sientan protegidos y confiados.
Celebrar estos avances no implica ignorar los problemas que aún existen, sino reconocer que México tiene la capacidad de superar obstáculos y caminar hacia un futuro más seguro para todos sus ciudadanos. N
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Salvador Guerrero Chiprés es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra, y presidente del Consejo Ciudadano. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.