La ciudad de Tijuana recibe diariamente a un promedio de 100 personas migrantes que llegan por vía terrestre en busca de una nueva vida. Sin embargo, dos de cada tres de estos individuos enfrentan abusos y, en ocasiones, robo de pertenencias por parte de taxistas que operan en las cercanías de la Central de Autobuses, un lugar que debería ofrecer seguridad y ayuda a quienes recién arriban a la ciudad.
Con el objetivo de abordar esta problemática, se ha implementado el programa “No pagues de más”. El director de Atención al Migrante, Enrique Lucero Vázquez, detalló que en colaboración con la administración de la Central de Autobuses y los permisionarios de taxis, se busca garantizar un trato justo y respetuoso a los migrantes.
El programa opera de manera sencilla pero efectiva: las personas migrantes son guiadas al módulo de taxis en la Central de Autobuses, donde pagan la tarifa autorizada por el traslado a los siete destinos más comunes para la comunidad migrante. Esta iniciativa tiene como objetivo evitar que los conductores cobren cantidades excesivas, a menudo superiores a los 500 pesos, y que además puedan incurrir en conductas delictivas como el robo de pertenencias y la desviación del destino.
Según testimonios de migrantes atendidos, algunos taxistas han estado cobrando tarifas abusivas por los traslados y han llegado a cometer actos de robo, además de llevar a los migrantes a destinos diferentes a los solicitados. Baltazar Gómez Ruiz, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, confirmó que estos abusos ocurren, especialmente por parte de choferes que no operan desde la Central de Autobuses.
La implementación del programa “No pagues de más” es un paso importante hacia la protección de los derechos y la integridad de los migrantes en Tijuana. A pesar de los desafíos, esta iniciativa demuestra la voluntad de las autoridades locales y de los trabajadores del volante para mejorar la experiencia de los migrantes en su travesía hacia una vida mejor. N