Ropa, alimentos y vino tinto son parte indispensable de las reservas de una ciudad de Ucrania, Zaporiyia, que vive bajo el miedo a un desastre nuclear provocado por Rusia en la central atómica cercana que está ocupada por las tropas de Moscú. “Vivimos desde hace un año y medio esperando lo peor”, contó a AFP Yevgeniya Chuksina, una mujer de 43 años.
“La guerra nos enseñó que los rusos son capaces de todo. Sin embargo, pensamos que la comunidad internacional va a estar vigilante, que va a hacer presión por todos los medios posibles para que no suceda lo peor”, dijo Chuksina.
LOS ATAQUES HACEN TEMER A UCRANIA UN DESASTRE NUCLEAR
La planta está ocupada por las tropas rusas desde el 4 de marzo de 2022. El recinto ha sido objetivo en varias ocasiones de ataques y la central fue desconectada de la red eléctrica, una situación precaria que hace temer un incidente nuclear mayor.
El ejército ucraniano advirtió este martes 5 de julio sobre una “posible provocación” de los rusos en la zona de la central y Rusia avisó sobre el riesgo de un “acto subversivo” de Kiev de “consecuencias catastróficas”. Danilo, un joven emprendedor de 27 años, afirmó que sigue atento a la situación de forma “permanente”. “Hicimos algunos preparativos. Compramos ropa de protección, respiradores, cubiertas para los zapatos, por si acaso”, contó.
SIMULACRO, RESERVAS DE COMIDA Y ROPA
Las autoridades locales organizaron a finales de junio un simulacro de evacuación en el que participaron 138,000 personas que viven en un radio de 50 kilómetros en torno a la central atómica, un riesgo que recuerda a la catástrofe nuclear de Chérnobil, en 1986.
Esta evacuación es “el peor escenario”, dijo a AFP Olena Zhuk, la presidenta del consejo regional de Zaporiyia, que explicó que las posibles consecuencias pueden ser: “locales, muy locales y no locales”. La funcionaria cree que si hay un incidente, este puede ser de tipo local.
Los rusos “no necesitan hacer algo espectacular. Pueden tomar fotos de la central nuclear en llamas (…) para justificar su salida” de la zona, si las tropas de Kiev avanzan en su contraofensiva.
Irina y su marido ya tienen todo preparado en caso de un incidente nuclear. “Hay agua en casa. Reservas de comida. Tenemos una maleta de emergencia desde hace un año y medio”, contó esta agente inmobiliaria de 52 años.
SIGUEN LOS BOMBARDEOS
El servicio de emergencia tiene puestos itinerantes en distintos puntos de la ciudad para informar sobre el peligro de las minas y las instrucciones en caso de un incidente nuclear. El ejército ucraniano afirmó este jueves 6 de julio que las tensiones están “disminuyendo” en torno a la planta nuclear gracias al trabajo de las tropas y de los diplomáticos ucranianos, y de los socios de Ucrania que presionan a Rusia.
Sin embargo, Unesco condenó este jueves el bombardeo ruso contra un edificio histórico en la ciudad de Leópolis, en el oeste de Ucrania, y expresó sus “sinceras condolencias” a las familias de las víctimas. “Este ataque, el primero que afecta a una zona protegida por la Convención sobre el Patrimonio Mundial desde el inicio de la guerra el 24 de febrero de 2022, constituye una violación” de este acuerdo, afirmó la agencia de la ONU. N
(Con información de AFP)