El coronavirus felino está causando estragos en la isla mediterránea de Chipre, famosa por su superpoblación de gatos callejeros, y el problema ha llevado a los defensores de los animales a exigir al gobierno que tome medidas urgentes para frenar la epidemia mortal.
“Bebé”, un gato de seis meses, acaba de llegar a una clínica veterinaria de Nicosia, la capital chipriota. Tiene peritonitis infecciosa felina (PIF). Este virus “viene de una mutación del coronavirus intestinal presente en el 90 por ciento de los gatos”, que es “altamente contagioso” entre estos felinos, pero que no se transmite a los humanos, explicó el veterinario Kostis Larkou, mientras examinaba al animal, visiblemente desorientado.
SÍNTOMAS DEL CORONAVIRUS FELINO
Dinos Ayiomamitis, presidente de “Cats PAWS Cyprus” y vicepresidente de “Cyprus voice for Animals” (CVA), estima que al menos 300,000 gatos han muerto de la enfermedad desde enero de 2023. Ayiomamitis alimenta desde hace 25 años a unos 60 gatos en un cementerio de Nicosia. “La colonia está bien, pero estamos preocupados, porque si uno solo se infecta, los demás se infectarán también”, dice este jubilado de 70 años.
Los síntomas del coronavirus felino son fiebre, hinchazón en el abdomen, debilidad y a veces agresividad. Chipre es conocida por su superpoblación de gatos. Según expertos, la población felina, de poco más de un millón de gatos, esencialmente callejeros, sobrepasaría al número de habitantes de la isla.
DIFICULTADES PARA DIAGNOSTICAR LA ENFERMEDAD
Es en esta isla donde se halló la prueba más antigua en el mundo de la domesticación de los gatos, con el descubrimiento de un esqueleto de un felino junto a restos humanos de hace más de 9,000 años. Ahora, el virus está presente en varias ciudades de Chipre, pero también estaría presente en países vecinos como Líbano, Israel y Turquía. Aunque, a falta de estudios, es imposible afirmarlo, dice Demetris Epaminondas, vicepresidente de la asociación de veterinarios panchipriotas, que agrupa a los profesionales del sector en la isla.
Oficialmente, sólo se han registrado 107 casos en la parte sur de la isla, según los servicios veterinarios del ministerio de Agricultura. Sin embargo, esta cifra no refleja la realidad. Varios especialistas señalan dificultades para diagnosticar la enfermedad y falta de recursos para hacerlo.
LOS MEDICAMENTOS Y LOS MÉTODOS CLANDESTINOS
Sobre todo porque cuando los gatos enferman, generalmente se aíslan y mueren solos. Varias personas que suelen alimentar a gatos dijeron a la AFP que simplemente desaparecen y que se encuentran muy pocos cadáveres. Para contener esta epidemia, hay dos opciones: el uso de un medicamento aprobado para el coronavirus humano en India, el molnupiravir, y un antivírico veterinario aprobado en Inglaterra, llamado “GS-441524”.
Por ahora solo se ha autorizado la importación del GS a Chipre, pero con restricciones, y el precio puede llegar a alcanzar los 7.700 dólares por animal. Por lo que los defensores de gatos recurren a métodos clandestinos. “Compramos nuestros medicamentos en el mercado negro en internet, o en grupos Facebook”, cuenta un chipriota que pidió el anonimato para evitar problemas. N