Los misiles de largo alcance que se les suministraron a las fuerzas armadas de Ucrania presentarán nuevos y complicados desafíos para las defensas rusas, confirmaron fuentes a Newsweek. La semana pasada, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, dijo a los legisladores del Reino Unido que los misiles de crucero de largo alcance Storm Shadow “están entrando o ya están dentro del propio país”. No confirmó cuántos misiles en total se enviarían a Ucrania.
Ucrania ha solicitado repetidamente capacidades de ataque de largo alcance, pero los partidarios occidentales de Kiev se muestran reacios a proveer armas que podrían interpretarse como una escalada u ofrecer la capacidad a Ucrania para atacar dentro del territorio ruso.
Sin embargo, Ucrania insiste en que no usaría tales capacidades para atacar objetivos dentro de las fronteras de Rusia. El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, dijo a principios de febrero: “No utilizaremos armas suministradas por socios extranjeros para disparar en territorio ruso”.
Con los recursos de información a los que Ucrania tiene acceso, en parte proporcionados por Occidente, es “altamente probable que los comandantes ucranianos tengan excelente información sobre dónde apuntar sus nuevos misiles para obtener el máximo efecto”, dijo el experto militar David Hambling.
Los Storm Shadow tienen muchas más posibilidades de alcanzar un objetivo específico que los drones militares más básicos, respondió a Newsweek, y “sin duda se reservarán para objetivos de muy alto valor”.
Los misiles lanzados desde el aire tienen un alcance de más de 250 kilómetros, según el fabricante. Están diseñados para “cumplir con los exigentes requisitos de los ataques planificados previamente contra objetivos fijos o estacionarios de alto valor”, incluso en condiciones extremas, dijo MBDA Missile Systems sobre los Storm Shadow.
RUSIA MOTIVÓ LOS MISILES
“Rusia debe reconocer que sus acciones por sí solas han llevado a que tales sistemas se proporcionen a Ucrania”, dijo Wallace al Parlamento británico. El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, indicó anteriormente que el RU “sería el primer país en proporcionar a Ucrania armas de mayor alcance”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, mencionó el jueves pasado que la donación de misiles Storm Shadow “exigirá una respuesta adecuada por parte de nuestro ejército”.
El alcance estimado de los misiles Storm Shadow supera los sistemas de armas que Estados Unidos ha donado a Ucrania, incluidas las versiones de alcance extendido de los sistemas de JDAMs (Joint Direct Attack Munitions, o municiones de ataque directo conjunto) o los misiles proporcionados por Washington para HIMARS (High Mobility Artillery Rocket Systems o Sistemas de Cohetes para Artillería de Alta Movilidad).
Sin embargo, existen algunas dudas sobre cuál será el alcance real de los misiles Storm Shadow, según el modelo y los diferentes reportes, dijo a Newsweek el jueves David Jordan, codirector del Instituto Freeman Air and Space de King’s College de Londres, Reino Unido.
A principios de este año, Estados Unidos indicó que enviaría a Ucrania bombas de pequeño diámetro lanzadas desde tierra, que el secretario de prensa del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, aseguró en febrero que le darían a Ucrania una “capacidad de mayor alcance”. Estas bombas tienen un alcance de alrededor de 150 kilómetros.
El impacto que tendrán estas armas dependerá en última instancia de cuántos misiles tipo Storm Shadow reciba Ucrania, explicó Jordan. No obstante, son “un beneficio considerable para los ucranianos porque les da la capacidad, particularmente en términos de alcance, que no han tenido anteriormente”.
¿QUÉ ATACARÍA UCRANIA?
El ejército de Kiev podrá atacar objetivos reforzados, incluidos búnkeres de comando subterráneos, centros logísticos y aeródromos con alta precisión, manifestó Jordan. También proporcionarán la capacidad de atacar el puente de Kerch, que conecta a Rusia continental con la península anexada de Crimea.
En combinación con armas como JDAM e HIMARS, los Storm Shadow significa que Rusia “tendrá que pensar mucho más profundamente sobre el alcance con el que los ucranianos pueden contraatacar”, explicó Jordan.
El rango de los Storm Shadow también genera nuevos dolores de cabeza para organizar a las defensas aéreas rusas durante las próximas semanas y meses, agregan los expertos.
El misil es, para todo efecto “inatacable”, y es “altamente improbable que sea interceptado” por la defensa aérea rusa, dijo Hambling. Rusia se verá obligada a mover recursos, como reservas de municiones, fuera del alcance de estas nuevas armas, o verá desaparecer “cientos de toneladas de valiosas municiones de artillería en una serie de enormes bolas de fuego”.
Cuando Ucrania carecía de armas de largo alcance, las fuerzas rusas tenían el “lujo” de saber cuándo estarían fuera del alcance de las municiones ucranianas lanzadas desde el aire, explicó Jordan. Por lo tanto, Rusia podría reducir sus defensas aéreas alrededor de las bases de mando y otras bases logísticas.
“Cuantos más misiles hay en el aire, más sistemas defensivos [y] más misiles defensivos hay que disparar contra ellos en un intento por derribarlos”, explicó David Jordan.
El ejército de Moscú ahora tendrá que considerar todos los objetivos que los misiles Storm Shadow pueden alcanzar y luego cómo defenderlos, dijeron los expertos.
LOS STORM SHADOW ABREN PUERTAS
Esto podría significar la reubicación de los sistemas de defensa aérea desde la línea del frente, o en cualquier otro lugar de Rusia, para cubrir áreas que antes no eran un objetivo. Si estas defensas se retiran de las líneas del frente, esto ofrece una nueva ventaja para la fuerza aérea de Ucrania, explicó Jordan.
La medida plantea dudas sobre si otros países de la OTAN, como Estados Unidos, le darán a Ucrania armas de mayor alcance como ATACMS (Army Tactical Missile Systems, por sus siglas en inglés). Hasta ahora, Washington se ha negado a donar estos sistemas de misiles, que pueden tener un alcance similar a los Storm Shadow, a Ucrania.
En marzo, el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, dijo al sitio web Defense One que Estados Unidos tiene “relativamente pocos ATACMS. Tenemos que asegurarnos de mantener nuestros propios inventarios de municiones también”.
Pero hay un elemento político en torno a esta jugada, dijo Hambling. Contrario a la duda occidental de proporcionar misiles de largo alcance, este anuncio insinúa que “la forma de pensar ha cambiado y, de hecho, hace menos flexible el nivel de apoyo que Occidente está dispuesto a brindar”.
“Si bien una pequeña cantidad de misiles del Reino Unido puede no marcar una gran diferencia militar, puede indicar la llegada de más armas y más pesadas” de los países de la OTAN, expresó Hambling. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).