La población de Paraguay votará este domingo 30 de abril en su elección presidencial más incierta de los últimos años para elegir entre el economista Santiago Peña, del gubernamental Partido Colorado, y el abogado Efraín Alegre, al frente de una concertación de centroizquierda.
El derechista Peña, de 44 años, exministro de Economía y exmiembro del directorio del Banco Central, tiene ante sí el desafío de retener el poder para el Partido Colorado, que ha gobernado de manera casi ininterrumpida desde los años 1950. Sin embargo, llega a estos comicios muy dividido, con algunos de sus más importantes líderes sancionados por Estados Unidos por corrupción.
En tanto, Alegre, que a los 60 años disputa la presidencia por tercera vez, se encuentra ante su mejor oportunidad, con el apoyo de una amplia coalición que lo eligió en primarias el pasado diciembre.
“Vamos a controlar 100 por ciento de las mesas, no va a haber fraude. Ellos saben que vamos a ganar, por eso se sienten nerviosos”, dijo Alegre esta semana a la AFP.
Las últimas encuestas plantean un empate técnico, un escenario inédito, pues, aunque en las elecciones de 2018 el actual presidente colorado, Mario Abdo Benítez, ganó con una diferencia de 3.7 por ciento a Alegre, los sondeos le habían dado una diferencia más importante.
“Esto no se gana con encuestas, no se gana con currículum. Esto se gana con el voto popular que se manifiesta el día de las elecciones”, apuntó Peña en una entrevista con la AFP. “Me siento con mucha tranquilidad, con mucha paz de saber que he dado todo lo humanamente posible”, agregó.
DÍA DEFINITIVO
Las elecciones presidenciales en Paraguay son a una sola vuelta, por lo cual quedarán definidas este domingo a favor de quien obtenga la mayor votación y sin necesidad de una mayoría absoluta.
Los 4.8 millones de electores escogerán también el próximo parlamento de 45 senadores y 80 diputados, así como 17 gobernadores.
La más reciente encuesta de la firma Atlas, realizada entre los días 20 y 24 de abril con un margen de error de 2 puntos porcentuales, dio una intención de voto de 34.3 por ciento a Alegre y 32.8 por ciento a Peña. En tercer lugar, figura Paraguayo Cubas, un derechista antisistema, con una curva ascendente que lo lleva hasta 23 por ciento.
Pero será la conformación del Congreso la que determine la gobernabilidad, con un Partido Colorado que puede deslindarse en dos bancadas, entre los que apoyan al exmandatario Horacio Cartes (2013-2018), sancionado por corrupción por Estados Unidos y padrino político de Peña, y los del presidente Abdo, abiertamente enfrentados. “La peor oposición que va a tener Peña, si gana, va a ser dentro de su partido, no fuera de él”, comentó a la AFP el analista político Sebastián Acha.
Corrupción y penetración del crimen organizado figuran en la lista de acusaciones mutuas de las dos corrientes del oficialismo, con el vicepresidente Hugo Velázquez sancionado también por Estados Unidos.
TAREAS POR HACER EN PARAGUAY
El próximo gobierno deberá encarar el combate a la pobreza y las desigualdades en un entorno económico global poco favorable. Con una economía impulsada por las exportaciones de productos agrícolas, el Banco Central prevé en 2023 un crecimiento de 4.8 por ciento del PIB. El FMI lo calculó en 4.5 por ciento, uno de los más altos de América Latina.
Pero la pobreza alcanza a 24.7 por ciento de los 7.5 millones de habitantes, y la pobreza extrema, a 5.6 por ciento, según la encuesta de hogares de 2022 por el Instituto Nacional de Estadísticas.
“Paraguay, por más que esté entre las economías que menos sintieron el embate de la pandemia, que tiene una de las calificaciones más altas de la Fundación Getulio Vargas en clima de negocios, no escapa de ser un país donde sigue existiendo la desigualdad económica en su población”, señaló el economista Stan Canova.
En Asunción, los contrastes son evidentes entre las lujosas torres de oficinas construidas en los últimos años y las endebles casuchas que se lleva el río Paraguay en cada crecida.
“Nosotros no vamos a votar. No hay una propuesta seria para la gente pobre”, dijo Albino Cubas, un vigilante privado de 41 años que perdió su casa con la última inundación.
El consultor económico Rubén Ramírez coincidió en que “el gran problema de Paraguay es no lograr mayor equilibrio en la distribución de la renta para lograr mayor equidad. El próximo gobierno va a enfrentarse a un panorama global complejo. Hay imprevisibilidad sobre la evolución de los precios de las commodities, en un contexto global de inflación”, señaló a la AFP. N