Los actores de Obsesión, el nuevo thriller erótico de Netflix, confiesan que quedaban doloridos y magullados después de rodar las escenas de sexo. Obsesión es una nueva miniserie británica más o menos inspirada en Damage (Obsesión, en Latinoamérica), película de 1992 cuya dirección corrió a cargo de Louis Malle y en la que Jeremy Irons tuvo el papel protagónico.
La versión que presenta Netflix gira en torno de un padre que se obsesiona con la novia de su hijo, lo que lleva a la pareja a iniciar una apasionada y peligrosa relación secreta.
Richard Armitage (El hobbit), Charlie Murphy (Peaky Blinders), Indira Varma (Juego de Tronos) y Rish Shah (Ms. Marvel) son los protagonistas de Obsesión, serie de cuatro capítulos que Netflix estrenó en México este 13 de abril. Newsweek se reunió con los cuatro intérpretes en la ciudad de Londres, Inglaterra, y conversó con ellos sobre lo que depara la nueva miniserie.
“LO MÁS EXTRAÑO” DE LAS ESCENAS SEXUALES
Obsesión es un thriller británico cuya trama central es la relación sexual de dos personajes. Y, como es de suponer, abundan las escenas candentes. William (el personaje de Armitage) y Anna (Murphy) se traban en una relación de lo más apasionada, a pesar de que William está casado con Ingrid (Varma) y de que Anna está a punto de comprometerse en matrimonio con Martyn (Shah).
Previo al lanzamiento de la miniserie, Murphy y Armitage acceden a responder una serie de preguntas escabrosas sobre desnudez y sexo. “Lo difícil no es hablar de las escenas de sexo, sino hacerlas”, confiesa Armitage, durante la entrevista con Newsweek. “Es una situación de lo más extraña, porque quieres crear la ilusión de que está ocurriendo algo increíble y espontáneo, pero la realidad es que se trata de un proceso de lo más técnico. Además, estás rodeado por un equipo cinematográfico que observa y filma la acción; y muchas veces tienes que repetir la toma”.
Por su parte, Murphy revela los aspectos que le parecieron más extraños. “Ciertas posiciones, y mantenerlas mientras están grabando. De pronto, piensas en cosas como ‘no sé si mi muslo aguantará el peso’”, dice a Newsweek.
“Siempre terminaba el día muy dolorido”, asegura Armitage. “Acabábamos cubiertos de moretones”, interviene Murphy. “Rodillas, codos, frente…”, precisa Armitage, enumerando las partes del cuerpo en las que sus asistentes detectaban contusiones.
UN TRUCO PARA EL SEXO EN ‘OBSESIÓN’
En Love Actually (Realmente amor; comedia romántica británica de 2003), Martin Freeman y Joanna Page interpretaron a dos personajes que charlaban de cosas triviales mientras hacían las escenas sexuales de una película ficticia. Y la banalidad de aquellas conversaciones fue algo con lo que Armitage y Murphy se identificaron de inmediato.
“Fue exactamente igual. Interrumpíamos nuestra conversación cada vez que anunciaban ‘¡Acción!’, y retomábamos la charla al concluir la escena”, recuerda Armitage.
“‘¡Genial! ¿Cuándo tomaste esas vacaciones? ¿Fue todo incluido? Fabuloso. Tienes que pasarme los datos’. Y entonces reanudábamos la filmación”, bromea Murphy. “Hablábamos de cualquier cosa. Diseño de interiores, comida… lo que fuera. Pero nunca de lo que estábamos haciendo, a menos de que fuera necesario”, aclara Armitage.
Mientras que los protagonistas de Obsesión, los adúlteros Ana y William, tomaban decisiones que podrían tener graves repercusiones, los personajes de Shah y Varma permanecían ajenos a la infidelidad de sus parejas. De hecho, terminado el rodaje, todos los intérpretes pasaron momentos difíciles al repasar las escenas.
“Para mí, fue como una película de horror. Lo primero que me vino a la cabeza fue: ‘¡Ay, no! ¿Por qué hice eso? ¡Por Dios, qué vergüenza!’”, comenta Varma para Newsweek. Por su parte, Shah confiesa que se siente aliviado de oírla hablar así, porque a él le pasó lo mismo.
¡TREMENDO DESASTRE!
Varma prosigue: “Mientras miraba el episodio 1 empecé a ponerme tensa y, de pronto, pensé: ‘Me gustaría que terminaran juntos. ¡Por favor! ¡Cómo es posible que quiera que Anna y William terminen juntos si yo estoy interpretando a Ingrid [la esposa]!
“Pero no pude evitarlo. ‘¡Eso es! ¡Háganlo, háganlo!’. Sin embargo, en el instante en que lo hacen, me digo: ‘Fue espantoso. Ahora tendré que apechugar con las consecuencias. ¡Tremendo desastre!”, exclama Varma.
Shah interpone: “El amorío es… no diría ‘difícil de creer’, sino muy fuerte, ¿no te parece? Me resultó un poco difícil observar lo que sucedía”. Por su parte, Varma agrega que confía en que el público verá Obsesión y echará porras a Ingrid y Martyn porque, a pesar de todo lo que les ocurre, no dejan de ser personajes fabulosos y adorables.
Basada en Damage —novela de Josephine Hart publicada en 1991 y que, apenas un año después, se convirtió en una película con el mismo título—, la miniserie ofrece una versión moderna y actualizada de la trama de 1992.
“En buena medida, es una obra en que las mujeres llevan el papel protagónico, desde el guion de Morgan Lloyd Malcolm hasta la dirección del matrimonio que forman Lisa D’Sa y Glenn Leyburn. De allí que la dinámica me parezca de lo más interesante”, prosigue Varma. “El relato de las historias de Anna y William mantiene siempre una perspectiva igualitaria que nos permite entender la motivación de cada personaje”.
COORDINACIÓN DE INTIMIDAD EN ‘OBSESIÓN’
Práctica establecida como requisito indispensable en las producciones televisivas y cinematográficas, la coordinación de intimidad tiene la finalidad de dirigir el montaje y la realización de las escenas sexuales. Y Obsesión no es la excepción, ya que la coordinadora, Adelaide Waldrop, estuvo presente en cada etapa de la producción y, posteriormente, para brindar apoyo a Murphy y Armitage.
“[Adelaide] desempeñó un montón de funciones”, asegura Murphy. “Fue medio directora y medio coreógrafa, además de psicóloga y asistente social. El otro día me envió un texto preguntando cómo me sentía con el lanzamiento. ‘Sé que está próximo el estreno de Obsesión y solo quiero saber cómo te encuentras’. Siempre se ha interesado en mi bienestar”.
“Luego de trabajar con una especialista [en coordinación de intimidad], recuerdas lo que se hacía antes y piensas: ¡Vaya!, de veras había un gran vacío en la industria”, enfatiza Murphy.
Desde 2016, cuando se desató el movimiento #MeToo, los coordinadores de intimidad han desempeñado un papel cada vez más prominente en la industria del entretenimiento.
MIRAMIENTOS LEGALES Y DE SEGURIDAD
En diciembre de 2022, la actriz Olivia Colman y el director Sam Mendes hablaron con Newsweek acerca de los coordinadores contratados para colaborar en la película Imperio de la luz. En aquella oportunidad, Mendes confesó que, al principio, la idea le causó cierta inquietud, pero que al final se sintió muy satisfecho con la intervención de los especialistas.
Si bien Armitage no es novato en el tema de las escenas íntimas, reconoce que Obsesión fue su primera interacción profesional con un coordinador de intimidad. E, igual que Mendes, quedó muy satisfecho con la experiencia.
“Fue mi primera vez. Me parece que persiste la idea de que es una cuestión de vigilancia y lo entiendo, porque hay muchos miramientos legales y de seguridad. No obstante, más que una limitante, [la coordinación de intimidad] ayudó a que el trabajo fluyera libremente”, concluye Armitage. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).