El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo. En 2020 se registraron casi 10 millones de defunciones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de los mayores riesgos de esta enfermedad es la denominada “metástasis”, que es la diseminación de células cancerosas desde el lugar donde se formó el cáncer por primera vez hasta otra parte del cuerpo.
Si bien la inmunoterapia contra el cáncer ha revolucionado el tratamiento de esta enfermedad, cuantiosos pacientes no responden y el enfoque tiene un éxito limitado en la mayoría de los tumores.
La resistencia también provoca una recaída y, por ello, existe una necesidad de aumentar la tasa de respuesta a la inmunoterapia para todos los tipos de neoplasias malignas y en todas las poblaciones de pacientes. Aquí es donde las vacunas contra el cáncer pueden desempeñar un papel crucial.
Sin embargo, para ser eficaces, deben identificar las células tumorales sin inducir autoinmunidad y, por ende, tienen que generar una inmunidad antitumoral generalizada sin toxicidad sistémica. Las estrategias de vacunas contra el cáncer dirigidas a las células dendríticas (CD), poderosas células presentadoras de antígenos, han sido mínimamente efectivas.
En tanto, las estrategias ex vivo o in vivo son propensas al rechazo inmunológico y a la baja captación de tejido con la dificultad de lograr el cumplimiento de los protocolos por parte del paciente.
Una alternativa son las vacunas contra el cáncer basadas en biomateriales, que han demostrado generar respuestas específicas de antígeno que impulsan la cascada de inmunidad contra el cáncer. Se han desarrollado varios de estos sistemas, pero se limitan a una sola administración y no se pueden adaptar según sea necesario para la respuesta continua del paciente a la terapia.
DISPOSITIVO CONTRA EL CÁNCER ACTIVAN CÉLULAS INMUNITARIAS
Dirigidos por Alessandro Grattoni, profesor de Nanomedicina del Hospital Houston Methodist, expertos desarrollaron un dispositivo implantable de vacuna contra el cáncer llamado “NanoLymph”. Este puede reclutar y activar células inmunitarias antitumorales localmente para provocar una inmunidad antitumores sistémica en respuesta.
El objeto en cuestión se implanta por debajo de la piel y consta de un depósito doble en donde se colocan estimulantes y antígenos que generan inmunidad. Luego de que la piel haya cicatrizado y el cuerpo haya aceptado el dispositivo como parte de su organismo, los especialistas introducen en este, a través de la piel, inmunoestimulantes y antígeno encapsulado para que comience a actuar.
Después, las células dendríticas comienzan su accionar y se dirigen hacia los ganglios linfáticos, los cuales comenzarán a generar una respuesta inmune de células T antitumorales.
“NanoLymph está diseñado para ser una plataforma a largo plazo que se puede rellenar con una invasividad mínima para proporcionar una activación inmunitaria continua que se puede adaptar en función de la respuesta continua del paciente a la terapia. Debido a su considerable flexibilidad, también podría utilizarse para controlar de manera efectiva otras enfermedades moduladas por el sistema inmunitario”, argumenta el Hospital Houston Methodist en un comunicado. N