Autoridades mexicanas confirmaron este jueves 23 de marzo la muerte del presunto responsable del homicidio de dos sacerdotes jesuitas ocurrido en junio de 2022 en el estado de Chihuahua.
Se trata de José Noriel Portillo, apodado el “Chueco”, cuyo cuerpo se halló el pasado sábado en la comunidad de Choix, en el estado de Sinaloa. “Se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa, una comunidad rural. Ya se confirma por los estudios”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su habitual rueda de prensa.
La fiscalía de Chihuahua había señalado a Portillo por el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora junto con el guía de turistas Pedro Palma, en su parroquia de la localidad de Cerocahui, en la sierra de Chihuahua, donde se asientan comunidades indígenas tarahumaras.
El miércoles, las autoridades del estado anunciaron que si bien familiares de Portillo lo habían identificado, faltaba practicar pruebas para confirmar plenamente su identidad. Ese día, López Obrador mencionó que el “Chueco” posiblemente había sido ejecutado.
El presidente @lopezobrador_ indicó que autoridades federales analizan la posible muerte de José Portillo Gil, alias “el Chueco”, presunto homicida de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, tras el hallazgo de un cuerpo en Choix, Sinaloa, que corresponde a su descripción. pic.twitter.com/UJWAsvWCse
— Gobierno de México (@GobiernoMX) March 22, 2023
Antes de confirmar su identidad, la Compañía de Jesús señaló que su muerte “de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra tarahumara”.
LOS SACERDOTES JESUITAS FUERON ATACADOS CUANDO INTENTABAN DEFENDER A OTRA PERSONA
“Por el contrario, la ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos. Y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”, dijo la orden religiosa en un comunicado.
La fiscalía de Chihuahua dijo en ese momento que antes de asesinar a los sacerdotes, Portillo agredió a otras dos personas tras tener diferencias por un partido de beisbol. Posteriormente, secuestró al guía de turistas, quien habría logrado escapar y correr hacia la iglesia en busca de auxilio.
Tras el crimen, el presidente López Obrador dijo que militares buscaban al agresor. Según expertos, la sierra de Chihuahua, con impresionantes cañones que atraen a turistas, es escenario de disputas entre cárteles del narcotráfico. Esto por ser una importante ruta de trasiego de drogas hacia Estados Unidos. Unos 30 sacerdotes han sido asesinados en la última década en México, según la ONG Centro Católico Multimedial. N