El terremoto que devastó el sur de Turquía y el norte de Siria ya superó los 6,000 muertos, de acuerdo con el recuento de las autoridades. Sin embargo, los equipos de rescate continúan trabajando bajo los escombros para sacar sobrevivientes mientras continúan las réplicas que ya son más de un centenar.
La situación difícil aumenta la presión hacia las organizaciones humanitarias y los países occidentales para ayudar a la población siria, sobre todo en la zona rebelde de Idlib, en el norte del país.
Horas después del mortífero temblor del lunes, la comunidad internacional se movilizó por Turquía, enviando rápidamente ayuda de urgencia. Francia, Alemania y Estados Unidos también prometieron socorrer a las víctimas sirias, pero sin enviar inmediatamente la asistencia. La primera sacudida, en la madrugada del lunes, alcanzó una magnitud 7.8 y se sintió hasta en Líbano, Chipre y el norte de Irak.
LOS HERIDOS AUMENTAN EN TURQUÍA Y SIRIA
En Turquía, el número de muertos aumentó a 3,419, y 20,534 personas heridas, declaró este martes el vicepresidente Fuat Oktay. En Siria, al menos 1,602 personas fallecieron y 3,640 resultaron heridas, según los balances de las autoridades de Damasco y de los equipos de rescate de las zonas rebeldes.
Las necesidades de Siria son masivas, dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). Después de soportar los terremotos masivos iniciales, las comunidades traumatizadas en Siria se enfrentaron a más de 200 réplicas.
“Esto, por supuesto, llegó en el peor momento posible para muchos, muchos niños vulnerables en aquellas áreas que ya necesitaban apoyo humanitario”, dijo James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Se fueron a la cama como de costumbre, se despertaron por los gritos de sus vecinos, por el romper de cristales y por el aterrador sonido del hormigón que se desmoronaba”, añadió.
TERREMOTO Y GUERRA
Aunque Siria está en crisis después de 13 años de guerra, hay una preocupación especial por todos los afectados por el desastre del lunes que viven en áreas controladas por la oposición en el noroeste del país, a menudo después de ser obligados a huir de sus hogares varias veces debido a los intensos combates.
“Ya era una situación de emergencia en el noroeste de Siria, donde cuatro millones de personas reciben apoyo humanitario. Las comunidades allí están lidiando con el brote de cólera, un invierno brutal y, por supuesto, el conflicto en curso”, explicó Elder.
En tanto, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en las diez provincias del sureste azotadas por el sismo.
Con base en los mapas de la zona afectada, una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que “23 millones de personas están expuestas” a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.
MÁS DE UN CENTENAR DE RÉPLICAS DEL TERREMOTO
Durante el lunes se registraron hasta 185 réplicas, además de las dos sacudidas principales: una de 7.8 en medio de la noche (04:17 locales) y la otra de magnitud 7.5 al mediodía.
Las réplicas continuaron durante la madrugada del martes. La más fuerte, de magnitud 5.5, ocurrió a las 6:13 locales (3:13 GMT) a 9 km al sureste de Gölbasi (sur de Turquía).
Las autoridades turcas habilitaron gimnasios, escuelas y mezquitas para albergar a los supervivientes. Pero por temor a nuevos sismos, muchos habitantes prefirieron pasar la noche en las calles.
Este es el terremoto más importante en Turquía desde el ocurrido el 17 de agosto de 1999, que causó la muerte a 17,000 personas, un millar de ellas en Estambul. N