El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá este lunes 9 de enero con su par mexicano Andrés Manuel López Obrador para dialogar sobre la incesante migración ilegal y el tráfico de fentanilo, dos crisis sin solución a corto plazo.
López Obrador adelantó que durante el encuentro en Ciudad de México planteará a Biden la necesidad de aumentar la inversión en los países de donde salen las personas indocumentadas. “Coincidimos” en ese aspecto, dijo el mandatario mexicano en su conferencia diaria, al señalar que comentó el tema con Biden tras recibirlo la noche del domingo.
Pero no está previsto que Biden anuncie nuevas medidas, luego del programa lanzado el pasado jueves que permitirá el ingreso mensual de 30,000 venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos durante dos años. Dicho plan fue concertado con México. “Para el final de esta cumbre no vamos a tener un nuevo acuerdo”, declaró a periodistas el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien acompaña a Biden.
Sin embargo, “no hay razón para creer que no habrá un tercer paso en algún momento”, añadió Sullivan, aludiendo a otra medida que beneficia a venezolanos. Tras su arribo a México, Biden remarcó en Twitter que los “problemas en la frontera (…) no se resolverán de la noche a la mañana”.
“LIMITAR LA MIGRACIÓN ILEGAL”
Agregó que su gobierno está utilizando las herramientas disponibles para “limitar la migración ilegal” y “ampliar la legalidad”, pero enfatizó que para componer este sistema “roto” el Congreso estadounidense “debe actuar”.
Biden y López Obrador se encontrarán a las 17:00 locales en el palacio presidencial, un día antes de celebrar la Cumbre de América del Norte junto con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Los tres líderes condenaron este lunes los “ataques contra la democracia” en Brasil, tras el asalto el domingo a las sedes de los poderes públicos en ese país por parte de seguidores del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, según un comunicado conjunto.
“Canadá, México y Estados Unidos condenan los ataques del 8 de enero contra la democracia de Brasil y la transferencia pacífica de poder. Estamos con Brasil mientras protege sus instituciones democráticas. Nuestros gobiernos apoyan el libre albedrío del pueblo de Brasil. Esperamos trabajar con el presidente Lula en la entrega para nuestros países, el hemisferio occidental y más allá”, indica el texto.
El fentanilo, droga sintética 50 veces más potente que la heroína, fabricada con precursores traficados desde China, es la mayor preocupación de Estados Unidos y México. Casi dos tercios de las 108,000 muertes por sobredosis registradas en Estados Unidos en 2021 involucraron opioides sintéticos. Y solo en 2022 se incautó más fentanilo del que se necesitaría para matar a toda la población de Estados Unidos, según la agencia antidrogas de ese país (DEA).
En 2021, ambos países anunciaron un giro en su política antidrogas tras 15 años de una estrategia predominantemente militar. Desde su lanzamiento en 2006, México acumula unos 340,000 asesinatos y miles de desaparecidos, sin que los cárteles se hayan debilitado. N