La Organización de las Naciones Unidas votó este miércoles 14 de diciembre para expulsar a Irán de un organismo de derechos femeninos debido a “la brutal represión” de protestas dirigidas por mujeres por parte del gobierno de Teherán.
Un total de 29 miembros del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) votaron a favor de la medida impulsada por Estados Unidos de expulsar a Irán de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (UNCSW). Durante la votación ocho países votaron en contra y 16 se abstuvieron.
La UNCSW es el principal organismo intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. La resolución de la ECOSOC despoja a Irán de su membresía de la comisión con efecto inmediato.
El argumento señala que Teherán “socava continuamente y reprime cada vez más los derechos humanos de las mujeres y las niñas”. A su vez, “se viola el derecho a la libertad de expresión y opinión, a menudo con el uso excesivo de la fuerza”. Irán se ha visto sacudido por las protestas tras la muerte, el 16 de septiembre pasado, de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años que falleció tras ser detenida por la policía de la moralidad por infringir el estricto código de vestimenta obligado para las mujeres.
Desde su fundación en 1979, la República Islámica se ha visto sacudida por varias olas de protesta, empero, esta crisis no tiene precedentes. Las protestas han implicado a diferentes grupos étnicos y clases sociales e incluye llamamientos directos al fin del régimen.
EN IRÁN, 20 PERSONAS PODRÍAN SER AHORCADAS POR PROTESTAR
Actualmente, un médico, un rapero y un futbolista figuran entre los más de 20 iraníes que podrían ser ahorcados por protestar. La medida es una respuesta intimidatoria del régimen para sofocar las protestas, indican grupos de derechos humanos.
Las dos primeras ejecuciones relacionadas con el movimiento de protesta iraní, las de Mohsen Shekari, el 8 de diciembre, y la de Majidreza Rahnavard, el 12 de diciembre, ambos de 23 años, han provocado protestas y nuevas sanciones occidentales, especialmente porque Rahnavard fue ahorcado en público y no en prisión.
Sin embargo, los activistas piden una acción internacional enérgica para impedir nuevas ejecuciones. “Hasta que el coste político de las ejecuciones no sea significativamente mayor, nos enfrentaremos a ejecuciones masivas”, advierte Mahmood Amiry-Moghaddam, director del grupo Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, que acusa a las autoridades iraníes de utilizar las ejecuciones para “sembrar el miedo y salvar al régimen”. N
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