Un fotógrafo capturó imágenes hermosas de los “fenomenales” perros de Groenlandia mientras que disminuye el número de esta raza domesticada única y su hogar en el Ártico sufre cambios drásticos a causa del cambio climático.
Las imágenes las tomó el fotógrafo sudafricano y cineasta de vida silvestre Danie Ferreira, en el transcurso de sus extensos viajes a las regiones polares, que incluyeron expediciones a Groenlandia, el Alto Ártico canadiense, el archipiélago noruego de Svalbard y la Antártida, durante los últimos 30 años.
Ferreira acaba de publicar un libro, Out in the Cold, que contiene imágenes de estos viajes, muchas de las cuales rinden homenaje a la extraordinaria determinación, resistencia y fuerza de los perros de Groenlandia que durante siglos han desempeñado un papel integral en la transportación humana y la exploración de la región del Ártico.
Los perros de Groenlandia son una raza grande, domesticada, de tipo husky, que se utiliza como perro de trineo. Esta raza es originaria de Groenlandia, la isla más grande del mundo. Pero tal es su idoneidad para este tipo de trabajo que se han transportado a todo el mundo para ser utilizados en expediciones a lo largo y ancho de las regiones polares.
“Curiosamente, todos los famosos exploradores polares que tuvieron éxito tenían perros de Groenlandia”, dice Ferreira a Newsweek en una entrevista, y señala el ejemplo del icónico aventurero noruego Roald Amundsen, quien venció al estadounidense Robert Falcon Scott, al ser la primera persona en llegar al Polo Sur, en 1911.
INVENCIBLES EN TRINEO
Scott, a quien no le convencían los trineos de perros, “fue con todo tipo de modos de transporte, como ponis siberianos y trineos motorizados”, dijo Ferreira. “Pero Amundsen fue a Groenlandia a buscar perros groenlandeses y ganó la carrera hacia el Polo Sur”. (Desafortunadamente, Amundsen también mató a algunos de sus compañeros caninos en el camino hacia el polo para alimentar tanto a sus hombres como a los perros restantes).
Los perros de trineo se han empleado en el Ártico durante miles de años. Se puede rastrear el linaje de los perros de Groenlandia hasta perros antiguos encontrados en el Ártico siberiano oriental hace unos 9,500 años, según un estudio publicado en la revista Science. Los primeros perros que aparecieron en Groenlandia fueron vistos hace unos 4,000 años, cuando los pueblos antiguos migraron a través del continente norteamericano.
El perro de Groenlandia también es una de las razas de perros más puras. En Groenlandia incluso se implementaron medidas para proteger su pureza al limitar la importación de otras razas de perros, por ejemplo. Esta raza está perfectamente adaptada a la vida en el Ártico helado con sus pelajes gruesos y otras características como genes que les permiten lidiar con una dieta alta en grasas y prosperar en condiciones de bajo oxígeno.
CAZAN, TRANSPORTAN, DEFIENDEN…
Su capacidad para transportar trineos a grandes distancias los ha hecho increíblemente útiles para los humanos como transportadores. Pero también se han utilizado para cazar, así como para protegerse de los osos polares y otras amenazas. “Creo que ni el hombre ni el perro podrían haber sobrevivido al Ártico si no fuera por el otro”, dice Ferreira. “Hay una gran razón por la que el hombre y el perro están juntos. Son atletas fenomenales”.
Continúa: “Viajamos varios días con estos perros y había unos 12 en una manada. Se mueven a unos 12-15 kilómetros por hora y mantienen esta velocidad por cuatro horas, independientemente del terreno, tirando un trineo que pesa alrededor de 700-750 kilogramos. Ellos tienen una ética de trabajo tan maravillosa, explotan de energía, es simplemente mágico. Van durante cuatro horas seguidas, luego hay un descanso y luego hacen otras cuatro horas y luego otra ronda y siguen y siguen”.
Ferreira añade que, como camarógrafo, siempre intentaba meterse entre la manada durante sus viajes con los perros para tomar tomas bajas, lo que a veces condujo a algunas situaciones desafortunadas. “Creo que me convertí en el individuo más orinado del mundo”, dice riendo. “Porque estos perros te marcan por la razón que sea. Pero no hay problema. Si estás allí con un traje Gore-Tex a -40 grados centígrados y el perro te hace pipí encima, solo espera unos segundos [a que se congele] y lo puedes sacudir”.
El fotógrafo explica que lo que más le fascinaba de los perros era la relación que tenían con su “musher”, como se le conoce al conductor de un trineo tirado por perros.
UN ENCANTADOR DE PERROS
“Esa relación no sucede de la noche a la mañana. Son años de entrenamiento. Necesitas ser un poco como un encantador de perros. Me fascinó observar cómo se controla esa energía voraz de 12 perros frente a ti con la voz. Cuando tú y tus perros están en la misma sintonía en movimiento, es como una sinfonía”.
Cada manada tiene su propia estructura con diferentes perros que desempeñan diferentes roles, asegura Ferreira. Una de las manadas que lo conducía estaba dirigida por un perro llamado Ronnie. “No era el mejor perro, no era el más fuerte ni el más apto y, de hecho, tenía un TDAH bastante grave porque se distraía con bastante frecuencia. Pero Ronnie era valioso para el musher porque reaccionaba mejor a su voz”.
Justo detrás de Ronnie había una perra que, según él, tenía la mejor ética de trabajo e impulsaba a Ronnie. “Mantuvo la cabeza agachada mientras conducía, por cuatro horas, sin inmutarse”, recuerda el fotógrafo.
Mientras tanto, justo en la parte trasera de la manada, estaba el “perro más viejo y malo”, que mantenía en línea a los que estaban delante de él. “El musher lo puso allí porque los perros más jóvenes estaban justo frente a él”, dice Ferreira. “Es interesante cómo hay una estructura —y una bastante bien pensada– en la alineación de la manada, para que realmente lleguen del punto A al punto B”.
SINERGIA PERRO-HOMBRE
Ferreira indica que había un valor especial en la relación entre el hombre y el perro en las duras condiciones del Ártico. “Creo que hay una interdependencia, hay una sinergia entre ambos que hace que aprovechen sus habilidades totalmente diferentes”.
Subraya algunas investigaciones que indican que los perros domesticados tienen cerebros más pequeños que sus ancestros salvajes. “El hombre confiaba en su sentido del olfato, su resistencia y su fuerza en el Ártico. Pero el que comenzáramos a pensar por los perros hasta cierto punto hizo que sus cerebros se encogieran”.
A pesar de que los perros de trineo se han utilizado durante miles de años, esta relación se ve amenazada. El número de perros de Groenlandia se ha reducido significativamente en las últimas dos décadas a medida que la singular cultura de trineos de la isla desaparece de forma gradual.
La disminución en el número puede explicarse en parte por la tecnología moderna, como las motos de nieve, que reemplazan la necesidad de perros de trineo. Por otro lado, la disminución de la extensión del hielo marino a lo largo de la costa de Groenlandia, debido al calentamiento global, está reduciendo las oportunidades para que la población local cace de forma tradicional, lo que significa que se necesitan menos perros.
PROTEGER A LOS PERROS DE GROENLANDIA
En un intento por proteger el futuro de estos perros y la cultura única que los rodea, se han puesto en marcha varios esfuerzos. Por ejemplo, en 2017 un grupo de científicos propuso 22 recomendaciones para preservar y desarrollar la cultura de los perros de trineo en Groenlandia y otras partes del Ártico.
“Muchos no saben cuán fantásticamente única es la cultura del perro. Es parte de la cultura de Groenlandia”, dijo en su momento Morten Meldgaard, del Museo de Historia Natural de Dinamarca, quien ayudó a crear las recomendaciones. “Genéticamente, los perros de trineo también son extremadamente fuertes y resistentes. Podemos estar muy orgullosos de tener una cultura viva de perros y debemos cuidarla”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).