Los miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) pactaron suspender temporalmente las patentes de las vacunas anticovid es un acto simbólico cuyo alcance real es desconocido, señalan expertos.
Tras casi dos años de negociaciones, los 164 países de la OMC alcanzaron el viernes ese pacto “sin precedentes”. Ahora los países en vías de desarrollo podrán fabricar durante cinco años las vacunas contra el coronavirus, sin pagar regalías.
El pacto incluye la tecnología del ARN mensajero, una novedad científica que propulsó los tratamientos contra la pandemia. Los países que lo deseen podrán utilizar ese método sin tener que contar con la autorización del laboratorio que lo descubrió, informó AFP.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque el 60 por ciento de la población mundial ha recibido dos dosis de vacuna anticovid, “la situación es muy desigual”. En Nigeria solamente ha sido vacunada el 8 por ciento de la población, menos del 5 por ciento en Camerún, el 17 por ciento en Libia.
El statu quo actual “equivale a un sistema de apartheid vacunatorio“, según Tendayi Achiume, relatora especial de la ONU sobre discriminaciones.
LA DEROGACIÓN DE PATENTES PERMITE EXPORTAR A OTROS PAÍSES
Es la primera vez que se adopta un suspensión de patentes en el seno de la OMC. En 2001, la organización votó la creación de un mecanismo de licencia obligatoria sobre los tratamientos de triterapia contra el VIH. Es decir, la autorización para los países en desarrollo de utilizar de reproducir esas fórmulas farmacéuticas, aun sin el acuerdo de sus creadores.
Eso permitió disminuir el precio de los tratamientos, aunque los laboratorios mostraron su descontento. Este nuevo acuerdo supone “un paso hacia adelante” respecto a las licencias obligatorias que se crearon jurídicamente en 2001, explica François Pochart, del gabinete August Debouzy.
“Los Estados pueden decidir por si mismos, sin tener que hacer una demanda. La verdadera novedad es que la derogación permite también al país que va a producir la vacuna exportar a otros mercados, hacia otro miembro que sea admisible, y no solamente para su propio país”, explica.
Sin embargo, la industria farmacéutica advierte que la producción de vacunas ya es muy elevada. A mediados de junio ya se habían producido cerca de 14.000 millones de dosis en todo el mundo, según el gabinete de análisis de datos científicos Aifinity.
EL PROBLEMA DESDE EL PRINCIPIO FUE LA DISTRIBUCIÓN
Algunos productores, como el gigantesco Serum Institute of India, decidieron incluso interrumpir su producción, ante la falta de demanda, señala la agencia de noticias.
El problema desde el principio fue la distribución. Numerosos países productores bloquearon las exportaciones en nombre de la soberanía sanitaria, resalta Thomas Cueni, patrón de la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma). “Eso no ha sido tratado correctamente por la OMC”, denuncia.
“Estamos decepcionados de que no se haya podido alcanzar una verdadera derogación de la propiedad intelectual. Con ello cubra todas las opciones médicas contra el covid-19, en todos los países”, añade por su parte el doctor Christos Christou, presidente de Médicos sin Fronteras, en un comunicado. N
Con información de AFP