La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, lanzó este viernes la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y covid-19. Estará encargada de elaborar orientaciones y recomendaciones para reducir el sufrimiento y el impacto generado en la salud mental de la población de la región por la pandemia.
El trabajo de la Comisión se enfocará en cinco áreas clave: la recuperación de la pandemia y la promoción de la salud mental como una prioridad. Las necesidades de salud mental de las poblaciones vulnerables. La integración de la salud mental en la cobertura de salud universal. El financiamiento; y la promoción y la prevención de las condiciones de salud mental.
“Debemos aprovechar la oportunidad que nos brinda la pandemia para abordar las debilidades existentes desde hace mucho tiempo en los servicios de salud mental y reforzarlos para el futuro”, afirmó la doctora Etienne. Añadió: “Ahora es el momento de construir una mejor salud mental en las Américas”.
La Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y covid-19 está presidida por Epsy Campbell Barr, vicepresidenta de Costa Rica, y copresidida por Néstor Méndez, director General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
También la integran líderes de organizaciones de salud, de la sociedad civil y del mundo académico, y personas con experiencia directa en el tema.
MUJERES GRAVEMENTE AFECTADAS
La Presidenta de la Comisión consideró que la salud mental y el bienestar de millones, especialmente de las mujeres, se han visto “gravemente afectados” por la pandemia, los confinamientos, el cierre de las escuelas, el teletrabajo y el cuidado de los miembros de la familia.
Campbell Barr llamó a “abordar con urgencia la salud mental” y a “tomar medidas para prevenir y responder a la violencia doméstica. Incluidos los servicios de salud mental para las sobrevivientes”.
La pandemia de covid-19 ha tenido efectos devastadores y se espera que muchos sean a largo plazo. Un dossier científico publicado por la OMS destacó que la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25 por ciento en el primer año de la pandemia.
En la región, un análisis de la OPS también sugirió que un tercio de las personas que sufrieron covid-19 fueron diagnosticadas con un trastorno neurológico o mental, mientras que otro estudio realizado con el apoyo de la organización mostró que en 2020 entre el 14,7 por ciento y el 22 por ciento del personal de salud de la región presentó síntomas que permitían sospechar depresión.
Tras considerar que el trabajo de la nueva Comisión “es oportuno, relevante y urgente”, Méndez, de la OEA, señaló que “un plan de acción integral para la recuperación de la covid-19 debe incluir la priorización de la salud mental con una perspectiva de derechos humanos, y teniendo en cuenta la situación particular de las mujeres”.
CRECIENTES NECESIDADES EN SALUD MENTAL
Además, sostuvo que se trata de “una oportunidad para provocar un cambio cultural que puede alejarnos de la estigmatización y llevarnos a conversaciones más inclusivas y abiertas para volver a construir mejores sistemas de salud mental”.
Los países de las Américas han realizado importantes esfuerzos para satisfacer las crecientes necesidades en salud mental durante la pandemia. Sin embargo, la escasa prioridad que se le ha dado históricamente al tema, con financiación y recursos humanos insuficientes y poco capacitados, ha obstaculizado la capacidad de responder de forma adecuada.
Los comisionados elaborarán un informe con recomendaciones clave basadas en evidencia para mejorar la salud mental en las Américas. Así como transformar los sistemas y servicios de salud mental en el período posterior a la pandemia de covid-19. Se espera que el reporte esté finalizado en el último trimestre de 2022. N
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