La gestión patrimonial figura como la fórmula óptima para ahorrar tiempo y recursos económicos a largo plazo; además de aportar un valor añadido que reduce el tiempo que destina el cliente (persona o familia empresaria) a la administración de su capital, indica Rodrigo Besoy Sánchez especialista en inversiones.
El experto, quien también se ha desenvuelto como asesor patrimonial e inversionista a través de Fabetri, indica que lo más importante es el conocimiento profesional al que se tiene acceso, que en la mayoría de los casos exenta a los clientes de posibles sanciones de las que llegan a ser objeto por desconocimiento de las leyes, y en tantas más, supone un ahorro de costes a nivel tributario, que se logra a través de una optimización fiscal.
En este sentido, Rodrigo Besoy Sánchez establece que, al aumentar la optimización en la gestión del patrimonio, se posibilita la configuración de estrategias fiscales que derivan en compensaciones y reembolsos, mismas que tendrán en cuenta plusvalías y minusvalías de los activos para optimizar el pago fiscal.
“Un asesor patrimonial debe realizar una gestión integral en todos los niveles de acción, porque no solo basta con el asesoramiento, sino que se traslada hasta aspectos como la fiscalidad; ello sin mencionar las tareas adicionales que dan soporte a los principales puntos de enfoque”.
Para explicar mejor el concepto, el especialista mexicano explica que el término de gestión patrimonial abarca la creación de un plan de riqueza (estrategia de inversión) para apoyar los medios de vida y objetivos financieros, así como establecer un equilibrio entre necesidades y deseos futuros.
Y aclara que, los profesionales al abordar una variedad de necesidades financieras de los clientes ofrecen de la misma forma una variedad de servicios, desde asesoramiento sobre inversiones hasta planificación de la jubilación, consultorías y la mencionada estrategia fiscal.
“Hablamos de dotar al cliente de la tranquilidad y seguridad de que su patrimonio y el de sus sucesores está siendo correctamente administrado por profesionales multidisciplinarios; y aunque en un principio la planificación financiera pudiera parecer abrumadora, termina siendo el camino obligado, porque los beneficios resultan altamente efectivos como para dejarlos pasar”.
Finalmente, Rodrigo Besoy Sánchez plantea que, al iniciar el proceso de gestión patrimonial, lo primero es realizar un análisis de la situación y perfil del cliente, para adaptar la estrategia a las necesidades específicas, y de la misma forma, conocer los objetivos de inversión y diferentes condicionantes, porque también tendrá efecto en el plan de sucesión.