En Brasil se confirma la existencia de un pueblo indígena amazónico no contactado que corre el riesgo del exterminio mientras las autoridades de ese país guardan silencio, informa la organización defensora de derechos humanos Survival International.
“La existencia de este grupo se confirmó el año pasado. Los integrantes de este pueblo indígena son recolectores de frutas y granos. También se dedican a la pesca y la caza, por lo que se infiere que son una población nómada”, comenta a Newsweek en Español la directora de investigación y campañas de Survival International, Fiona Watson.
La presencia de este pueblo fue verificada por una expedición de la Fundación Nacional del Indio (Funai), organismo del gobierno de Brasil. El equipo recolectó muchas pruebas sobre la existencia de este pueblo y también ha escuchado voces.
“A partir de la información se hizo un informe que se mandó a Funai Brasilia. El objetivo fue pedir acciones urgentes para proteger a esta población. Sin embargo, solo hubo silencio por parte de la sede de Funai.
“Se ha solicitado en tres ocasiones una restricción territorial que proteja a este pueblo y no hay respuesta. Survival International también hizo un llamado a Funai Brasilia sin que hubiera éxito”, explica Fiona Watson.
El territorio está cerca de una zona a lo largo del río Purús, en la región occidental de la Amazonia, donde muchos colonos no indígenas viven, recogen alimentos del bosque, pescan y cazan.
El mayor peligro al que se enfrenta esta población es el contacto con grupos no indígenas. Ello puede provocar un gran contagio de enfermedades como el covid-19 y la malaria. Esto, señala Watson, a consecuencia de que la población es vulnerable, ya que no cuenta con ninguna protección sanitaria.
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La violencia es el segundo peligro al que se puede enfrentar este grupo, indica Watson. Otros grupos no contactados en el colindante estado Amazonas han sido masacrados en los últimos años. Al parecer han sido atacados “por madereros que operaban ilegalmente en su selva, así como por narcotraficantes”.
Por ello, Survival International considera que la población indígena podría correr el mismo peligro. Un equipo de trabajadores de Funai visitó la zona entre agosto y octubre de 2021 y encontraron pruebas concluyentes de la presencia de este pueblo indígena.
Las pruebas incluyeron: refugios de caza, cestos hechos a mano, cazuelas y arcos. También escucharon hablar a algunos de sus miembros.
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Fiona Watson asegura que es necesario que el gobierno de Brasil emita una orden para restringir el territorio y no permitir la entrada a nadie. “A su vez, deberían enviar a un equipo de Funai que realice vigilancia, monitoreo del territorio y protección de la región.
“También se debe construir una pared sanitaria. Que haya un equipo que pueda atender a la población si se requiere, así como tener medicinas necesarias para atender a los pobladores que lo requieran”, indica Watson.
La Federación de Organizaciones y Comunidades Indígenas del Medio Purús (FOCIMP) emitió un comunicado en donde declaró: “El riesgo de su genocidio es cierto debido a la demora de Funai Brasilia en el cumplimiento de su función de reconocer oficialmente su presencia en la región.
“Es inaceptable que Funai no haya hecho nada en cinco meses. Eso pone en riesgo a los no contactados. Sabemos el peligro que corren los no contactados por las enfermedades y los invasores, y por cualquier contacto con foráneos que podría llevar a su aniquilación”.
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Watson dice: “Survival está profundamente preocupada por el incumplimiento criminal de Funai de su obligación legal de proteger a este pueblo tan vulnerable, y la selva de la que depende.
“Esta es la última de una serie de acciones recientes que demuestran hasta qué punto la dirección de Funai está sometida a la agenda genocida del presidente Bolsonaro. La historia reciente de Brasil muestra que, a menos que las autoridades actúen inmediatamente, todo un pueblo indígena no contactado será condenado a muerte. Otra parte vital de la diversidad humana desaparecerá para siempre”. N