La orden de disolución de la ONG Memorial en Rusia emitida ayer despertó la indignación internacional en contra del país gobernador por Vladimir Putin.
Algunos personajes han calificado el cierre de la oenegé como una decisión política. Jan Raczynski, presidente de la junta directiva de Memorial, declaró que se apelará el veredicto y, en caso de ser necesario, la organización acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.
En un mensaje en redes sociales, la ministra de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, habló del trabajo de la oenegé y calificó las medidas rusas de “golpe aterrador” para la libertad de expresión.
Por su parte, la oficina dirigida por la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet, lanzó un comunicado este miércoles. En este detalla que la disolución del Memorial International debilitará aún más las condiciones de derechos humanos en Rusia.
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“Una sociedad civil libre, diversa y activa es crucial, y sus voces legítimas no pueden ser estigmatizadas con argumentos como el uso del término ‘agente extranjero'”, afirmó Bachelet.
Esta decisión por parte del tribunal ruso no ha sido el único atentado en contra de la organización. Natalia Sterminova, miembro de Memorial en Chechenia, fue secuestrada y baleada en 2009. El director de Memorial en Karelia, el historiador de 65 años Yuri Dmitrijev, fue condenado a 13 años de presidio.
El martes 28 de diciembre, el juez Mijail Kazakov ordenó la disolución del centro de derechos humanos Memorial en Rusia. El juez tomó esta decisión porque, dijo, la organización no cumple con sus obligaciones de su estatuto de “agente extranjero”.
Dicha categoría se usa para para organizaciones con financiación internacional que presuntamente actúan contra los intereses rusos.
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Kasakov acusó a la organización de hacer apología “del terrorismo y del extremismo” y de violar la ley sobre “agentes extranjeros” al no calificarse como tal.
Mientras, el director del centro, Alexander Sherkasov, dijo ante el tribunal: “Durante las últimas tres décadas todas nuestras actividades han ido dirigidas a proteger a los ciudadanos de Rusia y los intereses del Estado”.
El objetivo de la organización es estudiar y visibilizar las represiones políticas de la URSS, así como de la Rusia actual, para brindar apoyo moral y legal a las personas que las sufrieron.
La organización Memorial International se considera una de las principales defensoras de derechos humanos en Rusia. Además, una de sus principales temáticas ha sido hablar y visibilizar a las víctimas rusas durante el gobierno de Stalin.
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Fue fundada en 1987 en Moscú por un grupo que recuperó los nombres de las víctimas durante el gobierno de Stalin.
Uno de sus actos más recordados fue cuando, en 1990, pusó la Piedra Solovetsky en la Plaza Lubianka, en Moscú, frente a la sede de la KGB. Dicha piedra provenía de las Islas Solovetsky, donde había un campo de trabajo forzado como parte de las políticas del Gulag.
Este es uno de los principales motivos que hizo que la justicia rusa la considerara una asociación que vulnera los intereses rusos. Los jueces argumentaron que dentro de las víctimas del estalinismo existieron nazis.
Incluso, el fiscal Zhafyarov dijo: “Nosotros, los descendientes de los vencedores (de la Segunda Guerra Mundial), nos vemos obligados a estar atentos a los intentos de rehabilitar a los traidores de la patria”. N
(Con información de AFP y DW)