En plena pandemia del Covid-19, México vive una de sus peores sequías desde hace décadas. Al 31 de marzo, el 71.52% del territorio nacional tenía algún grado de sequía, de moderada a excepcional (D1 a D4), cantidad mayor en un 6.31% a lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
Chihuahua es el estado que presenta la mayor gravedad de sequía, ya que en seis de sus municipios se tiene sequía excepcional (D4), mientras que en Sonora son cinco municipios y Coahuila con uno.
En el caso de Aguascalientes, el 100% de los municipios presenta algún grado de sequía, siendo la parte oriente y norte la más afectada, según los datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Por su parte, el 47.1% del territorio estatal se encuentra en sequía severa (D2), según señaló el director local de la CONAGUA, Luis Gabriel Valdivia Martínez.
“Prácticamente en todo el oriente del estado y en el centro tenemos sequía severa, y al 30 de abril todo el estado estaba en D2, excepto en el municipio de Aguascalientes que tiene una sequía moderada todavía”, subrayó.
Durante el 2020 se tuvo una precipitación pluvial acumulada de 492.1 milímetros, lo que se quedó por debajo del promedio anual para la entidad, que es de 520 milímetros.
El funcionario federal señaló que la temporada de lluvias del 2020 fue positiva para la entidad, durante los meses de junio y septiembre, sin embargo, en la parte final del ciclo pluvial se tuvieron índices por debajo del promedio, lo que agravó las condiciones de sequía.
“El junio pasado fue un mes con muy buena precipitación, pero a partir de septiembre empezamos a tener bajos niveles y eso nos ha dado la secuencia de meses por debajo del promedio, y es lo que nos está dando la señal de que estamos en un momento de sequía”.
Por su parte, en lo que va del año, sólo se han registrado 8.8 milímetros de lluvia, lo que equivale al 17% del promedio histórico del mes de abril y al 1.7% de la media anual de precipitaciones.
Los pronósticos de lluvia para mayo aún son poco alentadores, ya que se estima que las precipitaciones continúen por debajo del promedio, pero con la proyección de que en junio se pueda tener una mayor recuperación, añadió Valdivia Martínez.
“La perspectiva es que para este mes se tenga una escasez de lluvias, y aunque ya ha habido algo de lluvias, el nivel de precipitación que se espera es menor al promedio histórico, seguimos con las condiciones de sequía, incluso con una anomalía de -22%, pero se espera que aún en mayo siga siendo un mes seco, aunque para junio ya se podría tener un promedio normal o mayor al promedio histórico”, resaltó.
Están garantizados dos ciclos agrícolas con volumen actual de presas
A pesar de los niveles de sequía que se tienen en la entidad, el volumen de las presas se mantiene en índices aceptables, con lo que se garantizan los próximos dos ciclos agrícolas, en caso de que las condiciones climatológicas se mantengan en los meses siguientes.
Según la base de datos de CONAGUA, Aguascalientes mantiene un volumen del 97% del almacenamiento de sus presas, principalmente en aquellas destinadas al uso agrícola.
El nivel de agua de las presas es el siguiente: presa El Jocoqui (93.7%), presa El Niágara (93.59%), presa 50 Aniversario (87.07%), presa San Blas (58.24%), presa La Codorniz (52.07%), presa Calles (29.96%) y presa Abelardo L. Rodríguez (28.24%).
La única presa con niveles de alarma es la Media Luna, en el municipio de Calvillo, la cual se encuentra a un 16.13%, y que en los últimos años ha tenido una baja captación de agua.
No se descarta perforar pozos de emergencia
Finalmente, como medidas de respuesta a la sequía en Aguascalientes, la CONAGUA cuenta con un plan de medidas de mitigación y de reacción que podrían implementarse a un corto y largo plazo.
El director local de la dependencia, Luis Gabriel Valdivia Martínez, mencionó que entre las acciones que se podrían aplicar en el corto plazo son la perforación de pozos por emergencia para uso público-urbano y ganadería de subsistencia, así como tecnificar el riego en las zonas agrícolas y que se tenga un uso responsable del vital líquido.
Mientras tanto, los planes a largo plazo son la promoción del uso eficiente del agua, elaboración de reglamentos de sequía, fomentar la recarga inducida de los acuíferos, fomentar el uso de aguas tratadas, reconversión de cultivos a los que empleen menos agua, promoción de jardines con cactáceas y fomentar el uso del agua de retorno, previo a su tratamiento.