Aunque no se descarta ninguna hipótesis, incluido el feminicidio, la principal línea de investigación que se sigue en el fallecimiento de la niña de cinco años, Montserrat Johana, que fue ubicada adentro de una pileta de agua de una planta de tratamiento en el Fracc. Villa de las Palmas III (https://bit.ly/3nmv0tH), es la de muerte por accidente, según informó el fiscal general del Estado, Jesús Figueroa Ortega.
“La puerta de acceso está a unos metros de la resbaladilla en donde la niña se encontraba jugando, y de acuerdo a la información de los propios vecinos del lugar, nos indican que por lo regular la puerta se encuentra abierta, además de que el propio encargado nos refiere que no es posible que la menor haya podido entrar por otro lado, de hecho, nuestros elementos cuando llegaron al lugar encontraron la puerta abierta”.
Tras practicarse la necropsia al cadáver de la menor, se certificó que no presentaba signos de violencia o de agresión sexual, pero a pesar de ello se someterá el cuerpo a un estudio histopatológico para verificar si hubo alguna alteración derivada de la interacción con otras personas, previo a su muerte, la cual se estima que ocurrió durante la tarde del domingo.
“Implementamos el protocolo de feminicidio y por ello se le practicó la necropsia, que consiste en la búsqueda en todas las partes de su cuerpo de otros datos, pero no se encontró ninguna lesión, ni en su cabeza ni en sus partes nobles, ni en ninguna otra parte de su cuerpo que nos revelara que haya sufrido alguna lesión, ni tampoco había lesiones internas ni hematomas que revelara golpes previos al caer a ese lugar.
Los resultados del estudio se podrían tener en un plazo de 22 días, agregó el fiscal.
“La causa de muerte que nos están reportando los peritos es por asfixia por ahogamiento, pero nosotros no conformes con ello, estamos pidiendo que se practique un estudio histopatológico, que se analiza principalmente en las capas del cerebro, lo que nos permite conocer con certeza si la menor fue agredida previamente”.
Figueroa Ortega agregó que la información que se ha logrado recabar de las entrevistas con familiares y vecinos del lugar, así como los datos observados en los indicios, apuntan a que la niña pudo haber ingresado por su propio pie al interior de la planta de tratamiento, y que motivada por la curiosidad pudo haber caído al interior de la pileta de agua.
“Estas instalaciones deben estar resguardadas por algunas personas, tuvimos contacto con una persona del sexo masculino, que nos hizo referencia que ese lugar está resguardado de lunes a viernes y que hay un velador, sin embargo hasta este momento la información que tenemos es que ese lugar tiene un acceso que de manera regular se encuentra abierto, incluso cuando llegamos nosotros así lo encontramos”.
Por el momento no se cuentan con evidencias de que otra persona haya sustraído a la infante y le haya llevado al lugar para provocarle la muerte, aunque no se descarta ninguna línea de investigación, incluso como feminicidio, para lo cual se aplicó el protocolo que marca la legislación para las muertes de mujeres.
Al respecto, mencionó que no se ha aportado ninguna declaración o evidencia de un supuesto pepenador que podría estar implicado en la desaparición de la menor y posteriormente en su muerte, añadió.
“Dentro de la carpeta no hay absolutamente nada, para no desviar la atención, recuerdo un caso anterior en el que se plantó a un pepenador como el presunto sospechoso de un crimen y siempre se estuvo buscando a un pepenador, entonces no descartamos que se pudo haber provocado esto pero la información que en este momento tenemos es la situación fáctica que tenemos, que además los pepenadores, si andan buscando cómo comer, no creo que estén pensando en matar a una menor”.
Si hubo omisión en la búsqueda, aceptamos nuestra responsabilidad: Figueroa
Después de que se confirmara el hallazgo del cuerpo de la menor, organizaciones civiles y colectivos como el Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) cuestionaron que la alerta ámber para la localización se emitiera hasta la mañana del lunes, a casi 17 horas después de su desaparición.
Al respecto, el fiscal general del Estado informó que la denuncia de la desaparición se realizó a la 01:00 a.m. y desde entonces se iniciaron algunos procedimientos para la búsqueda de la menor.
“Al momento de recibir la denuncia, nosotros tenemos que girar algunos oficios y ese tiempo que transcurrió de la 1:45 a.m. a las 7:00 a.m. estuvimos recopilando la información, se levanta en un sistema propio, es un poco tardado y cuando se trata de una menor de edad, nosotros de manera paralela hacemos investigación en hospitales y en casas en donde podrían estar resguardados los menores antes de lanzar la alerta y si hay responsabilidad de nuestra parte nosotros la vamos a asumir”.
Sin embargo, reconoció las omisiones que pudieron haber existido por parte de la fiscalía sobre al tiempo que transcurrió desde que se conoció del caso.
“No podíamos salir antes de tener los resultados de la necropsia, como fiscalía no podemos salir a decir cosas al aire (…), si nos tardamos hay negligencia de nuestra parte, pero nosotros recibimos la noticia a la 1:45 a.m. y entre 6 y 7 de la mañana”.
Por otra parte, exhortó a las organizaciones civiles que han exigido que se aborde el caso como un feminicidio a que colaboren con las investigaciones aportando los elementos que puedan coadyuvar con la autoridad para confirmar si se trató de ese delito.
“Aquí no se trata de dejar impune este hecho, si algún implicado sale, lo vamos a buscar y lo vamos a sancionar, pero tampoco yo estoy en calidad de, en este momento, decir que un hecho fue de tal manera, entonces a mí me parece que en este caso no podemos calificar un hecho a los pocos minutos de que ocurrió, entonces hay que ser objetivos, no hay que adelantar las cosas o si ellas tienen información de este suceso, que les conste que este caso es un feminicidio les invito a que aporten los elementos, porque no toda muerte de una menor puede ser considerada como un feminicidio”, finalizó Jesús Figueroa Ortega.