Tomando en cuenta ejemplos de movimientos como FRENAAA, parece que vivimos en un tiempo donde se han radicalizado las posturas. En varias ocasiones, el actual gobierno que encabeza el presidente López Obrador se ha definido como de izquierda, sin embargo, sus detractores han utilizado esta definición para argumentar que vamos hacia al comunismo, y que por ello nos vamos a convertir en un país como Venezuela, Cuba o Corea del Norte.
Consecuentemente, valdría la pena la aclarar que ya no son los tiempos de la Guerra Fría y que no todos los gobiernos que se definen como de izquierda son así —Chile ha sido gobernado por partidos políticos de izquierda, lo mismo que Uruguay con Pepe Mujìca y en Nueva Zelanda, la Primer Ministra, Jacinda Ardern, se describe a sí misma como una socialdemócrata, progresista y feminista—, y esos países distan de ser referentes del comunismo, o de tener una gran cantidad de población sumida en la pobreza.
Los movimientos de izquierda actualmente distan de ser radicales y mucho menos tratan de encaminarse al comunismo. De hecho, muchos podrían considerarse como movimientos progresistas, mismos que se caracterizan por la defensa de los derechos civiles de igualdad, libertad y justicia. Los movimientos progresistas están vinculados a posiciones políticas de izquierda o de centroizquierda, ya que buscan el cambio en la sociedad, pero de forma moderada al no pretender una ruptura con el pasado.
La idea central del progresismo es impulsar reformas para que la sociedad se vuelva más incluyente y democrática. Que el Estado garantice la igualdad de condiciones sociales y económicas entre los ciudadanos, estableciendo un piso parejo para todos, para que todos tengan las mismas oportunidades de desarrollo y que su lugar en la sociedad no se determine a partir de los beneficios heredados. Que el Estado garantice la pluralidad y diversidad en la sociedad y que todos los colectivos sociales y los actores políticos tengan voz.
Las ideas progresistas buscan el cambio, reduciendo la desigualdad económica, remplazándola por un orden más justo y equitativo, y se vinculan con las lucha de los colectivos feministas y ecológicos, así como con la igualdad de género. Pero ¿en dónde podemos encontrar algunos elementos del progresismo?
En la igualdad de género. Eliminando cualquier tipo de forma de violencia contra la mujer y garantizando los derechos sexuales y reproductivos.
En el cuidado del medio ambiente. Reduciendo la extracción de recursos no renovables y fomentando el uso de energías que no contaminan.
En la movilidad. La cual debe ser sustentable y considera el menor gasto energético, reduciendo así la contaminación. También busca reducir la congestión vehicular, haciendo ciudades más equitativas y sostenibles.
En la reducción de la desigualdad. Es necesario eliminar la idea de que si quieres reducir la desigualdad eres comunista. Lo que se busca es que cada persona, con el mismo esfuerzo, alcance los mismos resultados, esto se lograría si el piso fuera parejo para todas las personas.
Este breve panorama busca compartir con los lectores la idea de que no todo lo que es izquierda es un ejemplo fallido.
Nos seguiremos encontrando en este espacio y continuaré desarrollando la idea de lo que proponen los progresistas, particularmente en una ciudad como Aguascalientes.
Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).