Algunas personas podrían tener una inmunidad natural al nuevo coronavirus tras haberse expuesto a otras infecciones de la misma familia viral, como el resfriado común, según una investigación publicada el martes.
La mayoría de los coronavirus por lo general solo provocan síntomas leves a no muy severos en los humanos infectados, que se presentan como infecciones del tracto respiratorio. El sistema inmunológico usa glóbulos blancos, conocidos como linfocitos T, para ayudar a combatir esas infecciones. El nuevo coronavirus, que ha infectado a más de 4 millones de personas solo en Estados Unidos, está en la misma familia que el resfriado común. Los linfocitos T podrían ayudar al cuerpo a defenderse de la enfermedad, incluso si un individuo no se ha expuesto al nuevo coronavirus.
Los investigadores señalan un fenómeno conocido como memoria de linfocitos T, la cual les permite a los glóbulos reaccionar contra tipos de infección que ha encontrado antes. Según el estudio publicado por Science, de 20 a 50 por ciento de la gente que no se ha expuesto al nuevo coronavirus mostró una “reacción importante de linfocitos T” contra el nuevo coronavirus. Todavía no se han llevado a cabo pruebas experimentales para demostrar la existencia de la memoria de linfocitos T, pero “podría explicar aspectos de los resultados clínicos diferenciales del COVID-19, influir en los modelos epidemiológicos de inmunidad de rebaño, o afectar el desempeño de los candidatos a vacunas para el COVID-19”.
En un resumen en julio de estudios sobre linfocitos T y su conexión con el COVID-19, publicado por Nature, se reportó una memoria de linfocitos T para múltiples cepas del COVID-19 en algunos pacientes que se recuperaron de la infección.
Newsweek contactó a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para que comentasen.
Aun cuando al momento no hay cura para el COVID-19, los investigadores y las compañías farmacéuticas tratan de desarrollar vacunas y tratamientos terapéuticos. El martes, los Institutos Nacionales de Salud anunciaron un ensayo clínico para estudiar los efectos del tratamiento con anticuerpos en pacientes hospitalizados por el COVID-19.
Conocido como LY-CoV555, el anticuerpo monoclonal fue sintetizado en un laboratorio a partir de una muestra de sangre tomada de un paciente recuperado del COVID-19. Los anticuerpos se pegan a los virus en el sistema inmunológico y evitan que las células virales se propaguen.
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“Estudiar el efecto de esta terapia bajo investigación en múltiples poblaciones de pacientes al mismo tiempo es crucial para determinar si puede ayudar a los pacientes con el COVID-19 con grados diferentes de gravedad de la enfermedad”, dijo el Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, en una declaración el martes.
El presidente Donald Trump ha promovido el medicamento antiviral remdesivir como una terapia efectiva para el virus. En medio de un aumento de casos positivos en Texas, el presidente Trump anunció en julio que enviaría 500 cajas de remdesivir a hospitales de Texas, que serían “suficientes para tratar a 3,200 pacientes”.
El remdesivir funciona mediante evitar que el COVID-19 se reproduzca dentro del cuerpo. Al actuar como parte de la cadena del ARN, el medicamento impide que el virus cree más células idénticas y frena la propagación del COVID-19. Aun cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos le dio al remdesivir una autorización para uso de emergencia en mayo, no ha sido aprobado para el tratamiento o la prevención del virus.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek