Los países de la Unión Europea (UE) dieron este martes su visto bueno a reabrir sus fronteras a partir del 1 de julio a los turistas de una quincena de países, entre ellos China, pero dejó fuera a casi todo el continente americano, a excepción de Canadá y Uruguay.
La lista incluye Argelia, Australia, Canadá, Georgia, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez y Uruguay, así como China bajo criterios de reciprocidad, explicó el Consejo de la UE.
Los europeos definieron su lista, que se actualizará cada dos semanas, con base en una serie de criterios, entre ellos que la situación de la pandemia de la COVID-19 en sus territorios sea parecida o mejor a la europea.
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La tendencia de rebrotes durante las últimas dos semanas también debe tomarse en cuenta, así como la respuesta general a la COVID-19 -pruebas, vigilancia, localización de contagios, contención, tratamiento-.
El acuerdo se trata no obstante de una “recomendación” no vinculante a los países de la UE y a los asociados al espacio de libre circulación Schengen -Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia-, responsables de aplicar la decisión.
Además de estos 15 países, la UE, que se encuentra al inicio de la lucrativa temporada turística, también abre sus fronteras a los residentes de Andorra, San Marino, Mónaco y El Vaticano, cuatro pequeños Estados europeos.