Florida anunció el viernes que prohíbe el consumo de alcohol en bares para contener la explosión de casos de coronavirus, especialmente entre los jóvenes, en este estado famoso por sus fiestas y sus playas.
“Con efecto inmediato, el Departamento de Regulación Corporativa suspende el consumo de alcohol en bares de todo el estado”, dijo la dependencia en un tuit, poco después de que Texas anunciara el cierre de sus bares a causa de un rebrote del virus.
El gobernador Ron DeSantis, que se tomó su tiempo para implementar medidas de confinamiento en marzo, explicó esta semana que su estado enfrentaba una “verdadera explosión” de nuevos casos entre los jóvenes y advirtió a lugares que venden alcohol que podrían perder su licencia si no hacen respetar el distanciamiento social.
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Según las estadísticas publicadas el viernes por sus autoridades, Florida registró casi 9,000 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, la peor cifra en un estado de Estados Unidos desde el inicio de la pandemia, aunque ciertamente en marzo y abril no era tan fácil como ahora hacerse la prueba y, por lo tanto, figurar en las estadísticas oficiales.
El estado registra ya un total de 122,960 casos y los decesos han rebasado ya los 3,300.
Esta cifra de contagios diarios pone al estado a la par con países como Rusia, en un escenario especialmente preocupante dada la avanzada edad de muchos de sus residentes, que eligen Florida como destino de su jubilación.
Más de la mitad de los estados del país, especialmente en el sur y oeste, están experimentando un aumento en el número de infectados de coronavirus, al tiempo que la situación continúa mejorando en el noreste, la región más golpeada hace dos meses.
Con información de AFP y Europa Press.