En el tiempo que dure la contingencia por la pandemia del coronavirus Covid-19, las funerarias en Yucatán, acordaron, en la medida de lo posible, evitar velar a las víctimas de Covid-19, indicó el gerente de la funeraria Perches Mérida, Gaspar Pérez.
Sin embargo, mencionó que la última palabra la tiene la familia, “ellos deciden si se vela o no el cuerpo, se les sugiere realizar directamente la cremación, hasta el momento, todos lo han entendido la importancia de mantener la sana distancia”.
En caso de que se vele al cuerpo, dijo, no se aconseja que éste permanezca en el sitio más de 4 horas y que mientras lo esté, el ataúd permanezca cerrado y con menos de 20 personas, siempre y cuando se pueda asegurar la sana distancia
El doctor Manuel Humberto de Atocha Pérez Carrillo, encargado del área Covid del Hospital Regional de Alta Especialidad de Yucatán, que recientemente cumplió con la reconversión a Centro Covid-19, manifestó que apeados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cuerpo puede ser enterrado o incinerado, dependiendo de las creencias religiosas, “no todos son para cremar, es opcional de acuerdo a lo que decida la familia hasta este momento”.
De acuerdo al reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario de la Disposición de Órganos, Tejidos y Cadáveres de Seres Humanos y las Normas Oficiales mexicanas relacionadas, las funerarias del estado han sido notificadas de que la bolsa de traslado conteniendo el cadáver puede introducirse en un féretro previo a su desinfección externa con solución hipoclorito de sodio a 0.1%; tras la correcta introducción del cadáver y la desinfección, la manipulación exterior de ésta o del ataúd que la contenga no provoca riesgo.
Así como que la persona que lleve a cabo el transporte deberá ser informado previamente, así como del procedimiento a seguir en el caso de producirse un incidente.
El personal de la funeraria y sus directivos deben seguir las recomendaciones de la Jornada de Sana Distancia. No deberán realizar limpieza, ni intervenciones de tanatopraxia o tanatoestética sobre el cadáver, si no se puede garantizar el uso correcto del equipo de protección al personal.
No deberá realizar embalsamiento en caso de no contar con equipo de protección al personal y capacitación para el uso adecuado.
Evitar la concentración de personas en ceremonias luctuosas, incluida la etapa de cremación, el sepelio y la concentración masiva de cuerpo presente.
La inhumación o incineración deberá hacerse a la mayor brevedad posible, dentro del rango de 12 horas posteriores al diagnóstico de muerte.
El personal que participe en la preparación de cadáveres deberá portar equipo de protección, la carroza y demás vehículos que se utilicen deberán ser debidamente desinfectados, posterior a cada uso.
Se recomienda a explicarle a la familia no tocar ni besar el cuerpo bajo los conceptos de los mecanismos de transmisión de la enfermedad.
El documento de Prevención y Control de Infecciones para el manejo seguro de un cadáver en el contexto de Covid-19, del 24 de marzo de 2020 de la Organización Mundial de la Salud, indica que hasta la fecha no hay evidencia de personas que se hayan infectado por la exposición a los cuerpos de personas que murieron por Covid-19.