Atrapados en el pasado, siguen en todos los niveles de gobierno, el ego, los miedos y la soberbia les impide entrar en una nueva dinámica que debe estar entre la obligación a informar, el derecho de todos a la transparencia, a ser informados, la autocrítica y el deber de los gobernantes para aprender a comunicarse asertivamente con sus ciudadanos. No es menor que el presidente sea hábil en las lides de la comunicación populista, se dirige como un mesías, dictador o tlatoani a sus súbditos con meridiana eficacia y absurda abundancia y frecuencia, tan es así, que su ejército de incondicionales le aplauden y festejan todo, aún que sean mentiras u absurdos, hoy es impresionante que haya desbancado al líder mundial Donald Trump y logrado el primer lugar en emisión de mentiras o de afirmaciones no verdaderas, nada más alcanzando la friolera de más de 12,030 hasta éste mes, pareciera que este feo hábito es requisito de los neopopulistas para comunicarse, (claro que ya sabíamos que la mentira es materia prima para los políticos desde hace tiempo) , lo que no se entiende, es como se acepta como la norma actualmente y pocos lo adviertan, cuando debería de ser penado o castigado, en fin, nuestro presidente se cocina aparte en esto de informar o desinformar, y a un nivel muy local tenemos el caso de Aguascalientes, donde acabamos de pasar la temporada de informes y pues hoy nos confirman porque el viejo sistema y el contemporáneo de otros partidos ajenos al pri están perdiendo espacios, al no renovarse y plantear una nueva forma de hacer gobierno, solo cambian por encimita, pero no calan hondo, de ahí que lo que parece una transformación con cambios cosméticos que parecen profundos, les gane la partida.
Del gobierno del estado se pueden rescatar al menos las grandes acciones del sexenio, vale más que hacer el análisis del informe anual, hacer mejor un balance a la fecha, es más pertinente dadas las circunstancias: su mega obra de “Vialidad” aún inconclusa y que tal vez no encuentre un banderazo de terminación al final del sexenio, porque empezaron muy tarde y su arranque fue torpe, inepto y mal hecho, pero que seguro quedará avanzado en varios rubros, sin afinar detalles, pero alcanzará esperemos más de un 70% de avance, que para el caso y en comparación con los antecedentes de los dos sexenios pasados, es todo un logro, ya que los anteriores gobernadores no solo no terminaron la mayoría de sus obras, sino que los distinguió la corrupción e ineptitud, amén del grado de violencia y crimen que desataron en el estado; quizá otra cosa a agradecer es que este actual gobernador se ha dado a la labor de terminar la mayoría de las obras de sus anteriores en el cargo, “los alegres compadres” y eso es raro e inédito en nuestro frágil y pobre sistema político gubernamental, donde de sexenio a sexenio se desdeñan, desechan y destruyen con torpeza y estupidez las obras funcionales de los anteriores, de ahí que afectuosamente puedo bautizarlo como nuestro “Gober Terminator”, porque al menos ha terminado todo lo que dejaron sus antecesores y pues eso como ciudadano se agradece. Otra acción a destacar es la humildad forzada por las circunstancias políticas, de aceptar pertenecer y participar en la Alianza Centro, Bajío, Occidente de gobernadores por un programa de integración de largo plazo, esto representa al menos por el momento una esperanza de resistencia ante los embates de la competencia internacional, la recesión mundial en progreso y la incompetencia política nacional que ha frenado los motores de la economía mexicana, no es garantía de que esto se mantenga en el tiempo, pero al menos hoy, no solo hay una intención, sino se está gestando un plan que quizá en un año terminen y sea el modelo regional a seguir de futuro, acción que aunque tarde se agradece, más cuando desde el 2016 ya se cuenta con un “Plan de Futuro Aguascalientes 2050” de mi iniciativa, dirección y ofrecido en gratuidad para su inmediata implementación, que coincide plenamente con los objetivos del Plan Regional, pero que fue desdeñado y desatendido en las dos esferas tanto la estatal y municipal de Ags., ya llevaríamos tres años de ventaja y hubiéramos estado listos ante el agreste panorama político y económico que hoy nos imponen desde el gobierno federal. Pero, se agradece que “más vale tarde y costoso, que nunca”, hoy con el plus de lo regional.
Ya bajando al municipio de la capital, es más triste y pobre el panorama, donde el rejuego político que subyace es el “peñanietismo” o sea el de las apariencias, siguiendo la máxima a pie juntillas de “Percepción es Realidad” ya que se han abocado a despilfarrar el presupuesto de manera obscena en propaganda y el rubro de comunicación, incluso con sospechas de ineficiencia en su manejo, pero más allá de la eventual corrupción o inmoralidad en el manejo del dinero público para los fines de promoción de la imagen de la primer edil, lo que resalta es el incumplimiento de su principal promesa de campaña “el Agua y quitarle la concesión a la depredadora empresa caasa, hoy veolia (con minúsculas, porque no merecen mayúsculas)”; la aparente buena imagen de la presidenta municipal no considera lo que es obvio, que nadie se desgasta, si no se gobierna, mucho ruido y pocas nueces, mucho pan y circo y poco de cumplimiento en sus obligaciones constitucionales de seguridad, limpia y servicios de agua, tal vez el único logro encomiable sea el pago de la deuda municipal y ojala no sea el precedente para entablar un escenario óptimo para endeudarse en su segundo periodo, ya que tiene mucho margen para hacerlo y ese será el argumento que pondrá y que por lo tanto se dirá que no pondrá en riesgo las finanzas públicas, lamentablemente, todo con fines electoreros de promoción a la gubernatura del estado. Su vocación democrática no la vemos por ningún lado, ya que ha bloqueado las iniciativas del Consejo de la Ciudad (me consta), mismo que integran ciudadanos y que ella preside y que ha manifestado desinterés en participar, pero si ha demostrado estar en contra de la formación de ciudadanía y empoderamiento del Consejo, se ha hecho valer de ello de un cancerbero que mantiene a raya cualquier intento, brote o participación ciudadana a través del Consejo de la Ciudad, que está en punto muerto y sirviendo de adorno o Comparsa Ciudadana.
En fin, “Informar es Gobernar” y reconocemos los avances “haiga sido, como haiga sido”, pero repudiamos que la clase política aún conserve las peores practicas sobre la obligación de informar, se sigue manipulando y tratando como infantes a una ciudadanía harta y fastidiada con la corrupción, vemos cambios cosméticos y pocos avances en un escenario de rapiña política, donde se están estremeciendo las estructuras del estado ante una eventual restauración del sistema que se pretende arrancar de raíz y simplemente estas prácticas no solo no abonan a un ambiente democrático, sino favorecen el caldo de cultivo del momento, el caos, que puede poner en peligro lo mucho que se ha logrado con gran dificultad, para ofrecernos un reseteo sin horizonte de certezas positivas y de éxito en pos del Bien Común.