El número de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por conflictos, violencia y persecución sigue aumentando en línea con la tendencia que comenzó hace una década y el año 2018 se cerró con un nuevo récord de 70.8 millones, 2.3 millones más que el año anterior debido principalmente a los desplazamientos de etíopes y venezolanos.
En total, hubo 13.6 millones de nuevos desplazados, entre ellos 2.8 millones que buscaron refugio fuera de sus países tanto como refugiados como solicitantes de asilo, según el informe Tendencias Globales publicado por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), lo cual se traduce en que unas 37,000 personas tuvieron que abandonar sus hogares al día de media, unas 25.7 cada minuto, una cada dos segundos.
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Del total, 41.3 millones no cruzaron las fronteras de sus países, convirtiéndose así en desplazados internos, mientras que otros 25.9 millones son refugiados –incluidos 5.5 millones de refugiados palestinos– y al término del año había 3.5 millones de solicitantes de asilo. Durante 2018, 2.3 millones de desplazados internos y 600,000 refugiados regresaron a sus hogares.
En la actualidad, según ACNUR, una de cada 108 personas en el mundo es un desplazado forzoso, una cifra que contrasta con el ratio de uno de cada 160 de hace una década, cuando había 43.3 millones de desplazados forzosos a nivel mundial.
Nuevo récord de refugiados
Un año más, la cifra de 25.9 millones de refugiados constituye un récord y los que se encuentran bajo el paraguas de ACNUR, 20.4 millones, constituyen casi el doble de los 10.5 millones que había en 2012. En 2018, se produjo un aumento del 2% en consonancia con los últimos siete años. La mitad de los refugiados son niños.
En cuanto al país de origen, Siria sigue a la cabeza de los diez países que más refugiados generan y que en total representan el 82% del total –16.6 millones–. En la actualidad hay 6.7 millones de refugiados sirios en el mundo, el 85% de ellos en los países de la región, siendo Turquía el que más acoge, con 3.62 millones.
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Afganistán es el segundo país con más ciudadanos refugiados fuera de sus fronteras, con 2.7 millones, seguido por Sudán del Sur, con 2.3; Birmania, con 1.1 millones, en su mayoría rohingyas acogidos en Bangladesh; Somalia, con casi 950,000; Sudán, con 724,000; República Democrática del Congo (RDC), con algo más de 720,000; República Centroafricana (RCA), con casi 591.000; Eritrea, con algo más de 507,000; y Burundi, con 387,000.
De los diez países que albergan a más refugiados –que en total suman el 84%–, solo uno, Alemania, no es un país en vías de desarrollo. Además, el 33% de los refugiados del mundo se encuentran en algunos de los países menos desarrollados, como es el caso Bangladesh, Sudán o Yemen, pese a que estos países solo representan el 13% de la población mundial. Los países ricos acogen al 16%.
Como viene ocurriendo desde el inicio de la guerra en Siria en 2011, Turquía es el país con más refugiados en su territorio, 3.7 millones, el 98% de los cuales son sirios. Pakistán, que durante muchos años encabezó el listado, se mantiene segundo, con 1.4 millones de refugiados, casi exclusivamente afganos.
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Uganda acoge algo más de 1.65 millones de refugiados, una cifra inferior a la que presentaba en 2017, con 1.35 millones, ya que, aunque siguieron llegando refugiados, principalmente procedentes de Sudán del Sur, se realizó un ejercicio de verificación que redujo el dato. En cuarta posición aparece Sudán, con más de 1 millón de refugiados –un 19 % más que en 2017–, mayoritariamente sursudaneses.
Alemania se sitúa en la quinta plaza, con algo más de un millón de refugiados, la mitad de ellos procedentes de Siria. El listado lo completan Irán, con 979,400 refugiados; Líbano, con unos 950,000, casi en su totalidad sirios, y que es el país con más refugiados por habitantes –72 por cada 1,000–; Bangladesh, con algo más de 906,000; Etiopía, con unos 903,000; y Jordania, con 715,000, mayoritariamente sirios.
Por otra parte, ACNUR ha constatado un estancamiento en cuanto a la situación de los refugiados, puesto que 15.9 millones, el 78% de ellos llevan más de 5 años como tales. En 2017 esta cifra era del 66%.
Aumentan desplazados internos
El número de desplazados internos volvió a aumentar en 2018, hasta situarse en 41.3 millones, frente a los 40 millones que había al término de 2017, lo que da al traste la tendencia a la baja de los años anteriores.
En Colombia, dos años después del acuerdo de paz con las FARC, el número de desplazados internos no solo no se reduce sino que aumentó durante el año pasado hasta situarse en 7.81 millones, casi 120,000 más que en 2017. En Siria, también se produjeron más de 250,000 nuevos desplazamientos, lo que deja el total en unos 6.18 millones.
También se incrementó el número de desplazados en RDC, hasta situarse en 4.51 millones, con las provincias del este del país como las más afectadas, así como en Somalia, donde al término de 2018 había casi 2.65 millones de desplazados –600,000 más debido a la violencia y la inseguridad alimentaria–.
En Etiopía se produjo igualmente un “aumento dramático” en el número de desplazados internos, que pasó de poco más de un millón en 2017 a 2.6 millones al término de 2018 principalmente motivado por la violencia de carácter interétnico. En el caso de Nigeria, el número de desplazados internos aumentó en un 25% hasta los 2.16 millones.
El listado de los diez países como más desplazados lo completan Yemen, con 2.14 millones; Afganistán, con 2.1 millones; Sudán del Sur, con 1.9 millones; y Sudán, con 1.84 millones. En el caso de Irak, experimentó un fuerte descenso, ya que pasó de 2.6 millones a principios de 2018 a 1.8 millones, por el retorno a sus casas de casi un millón de desplazados.
Las solicitudes de asilo, en aumento
Por otra parte, durante 2018 se registraron 2.1 millones de solicitudes de asilo o de estatus de refugiado en 158 países o territorios, en comparación con los 1.9 millones de un año antes, según ACNUR. De ellas, 1.7 millones fueron solicitudes en primera instancia.
Los venezolanos fueron por primera vez los que más solicitudes de asilo presentaron en el mundo, con 341,800, o lo que es lo mismo, una de cada cinco. El dato contrasta con los 10,200 venezolanos que pidieron asilo fuera del país en 2015. A esta cifra hay que sumar los 2.6 millones de venezolanos que habían abandonado el país al término de 2018, según ACNUR, pero que no han solicitado asilo.
En segundo lugar se sitúan los afganos, con 107,000 solicitudes, seguidos por los sirios, con 106,000 solicitudes –frente a las más de 400,000 presentadas en 2015–; los iraquíes, con 72,600; y los congoleños, con 61,100.
En cuanto a los países que más solicitudes recibieron, Estados Unidos se mantiene a la cabeza, con 254,300, si bien por debajo de las 331,700 registradas en 2017. Perú se sitúa en segunda posición por la llegada de solicitantes de asilo venezolanos, con 192,500 solicitudes, y le sigue Alemania, que registró 161,900, en comparación con el récord de 722,400 de 2015.
En cuarta posición está Francia, con 114,500, seguida por Turquía, con 83,800; Brasil, con 80,000; y Grecia, con 65,000. España se sitúa en octava posición, con 55,700 solicitudes, frente a las 31,700 de 2017, y con 20,000 de ellas presentadas por venezolanos. La lista la completan Canadá, con 55,400, e Italia, con 48,900, la mitad que un año antes.
Al término de 2018, había algo más de 3.5 millones de solicitudes de asilo pendientes, un 13% más que el año anterior. Además, 27,600 menores no acompañados pidieron asilo en 60 países.