“¡Cóbrennos más impuestos!”: este es el mensaje de un pequeño grupo de multimillonarios estadounidenses, entre los cuales figuran el empresario George Soros, el cofundador de Facebook Chris Hughes y los herederos de los imperios Hyatt y Disney a los candidatos presidenciales a la Casa Blanca en 2020.
En una carta publicada el lunes en internet, este club de estadounidenses hiper ricos otorga su apoyo a la idea de un impuesto a las grandes fortunas.
“Escribimos a todos los candidatos a la presidencia, sean republicanos o demócratas, para que apoyen un impuesto moderado a las fortunas del 1/10 más rico del 1% de los estadounidenses, nosotros”, afirman.
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La riqueza de este 0.1% de la población es casi igual que la del 90% de la población estadounidense.
“El próximo dólar de nuevos ingresos impositivos debe provenir de los más adinerados, no de los estadounidenses de medianos o bajos ingresos”, afirman los 18 firmantes, que pertenecen a 11 familias.
Varios candidatos a las primarias demócratas, entre ellos Pete Buttigieg, el alcalde de South Bend, Indiana, o el texano Beto O’Rourke, exmiembro de la Cámara de Representantes, ya han expresado su apoyo a esta medida.
Pero la carta destaca la propuesta específica de la senadora demócrata y presidenciable Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts, que prevé tasar los hogares que tengan más de 50 millones de dólares de activos, unas 75,000 familias.
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“Estados Unidos tiene la responsabilidad moral, ética y económica de tasar más fuertemente nuestra fortuna”, escriben los firmantes.
El dinero recuperado gracias a este impuesto adicional podría “ayudar a enfrentar la crisis climática, mejorar la economía, mejorar el sistema de salud, crear más igualdad en nuestras oportunidades, y a reforzar nuestras libertades” al desacelerar el crecimiento de las desigualdades, aseguran.
Un impuesto de este tipo también sería “patriótico” porque todos los estadounidenses tienen como deber contribuir al éxito del país a la altura de sus medios. “Y los ricos no deben ser la excepción”, dicen.
En la carta, los multimillonarios se refieren sobre todo al inversor Warren Buffett, la tercer fortuna estadounidense, quien recuerda frecuentemente que paga una tasa de impuestos menor que la que paga su secretaria.
La idea de un impuesto específico a la fortuna es además apoyado por una mayoría de los estadounidenses, argumentan citando sondeos.