Programas preventivos aislados, metas y objetivos poco claros, falta de uniformidad en el manejo de los datos de los pacientes e implementación de modelos de terapias obsoletas, son algunas de las principales fallas de las políticas públicas para la prevención del suicidio en Aguascalientes.
Lo anterior forma parte de los resultados del diagnóstico de la situación actual de las políticas públicas del gobierno del estado en materia de prevención, atención y posvención del suicidio, realizado por investigadores del departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), a petición del gobierno del estado.
La presentación ejecutiva del informe corrió a cargo de la jefa del Departamento de Psicología, Alicia Edith Hermosillo de la Torre, quien informó que el estudio se realizó en el último año, aplicándose a funcionarios de primer y segundo nivel de gobierno, psicólogos y psiquiátras, usuarios y presidentes municipales.
Indicó que a pesar del número de suicidios que se han registrado en la entidad en los últimos días, en términos generales se mantiene un patrón de desaceleración en la tendencia del suicidio a nivel nacional, aunque el estado continúa entre los tres estados con mayor incidencia de autoprivaciones de la vida.
La investigadora destacó algunos hallazgos importantes:
- Existen muy buenos programas, pero están desarticulados
Aunque el gobierno del estado cuenta con diversas alternativas de atención psicológica para personas con síntomas de depresión y conductas presuicidas, se trata de esfuerzos aislados que impiden que haya mejores resultados de inhibición de autoprivaciones de la vida.
“El gobierno está invirtiendo mucho dinero, está invirtiendo recursos muy valiosos para la atención del problema, sólo que no se está haciendo sinergia, no hay un órgano rector que los concentre (…); hay muy buenos programas, hay buenas acciones, pero están desarticulados”.
- Falta de metas claras en las acciones preventivas de gobierno
Objetivos y metas ambiguas de los programas de acción para la prevención del suicidio, ya que al no establecerse de forma cuantificada, no se permite la medición de su efectividad.
“Todos sabemos que una meta desprende de un objetivo, y una meta es medible (…), encontramos metas así como ‘atender todos los casos de depresión de todos los adolescentes del estado’, entonces esta falta de metas no nos permite ir teniendo un seguimiento y un control de las acciones”, aseveró.
- Terapias psicológicas obsoletas
Otro hallazgo importante es la aplicación de terapias bajo el modelo Gestalt, el cual carece de evidencia científica para la prevención del suicidio, proponiendo el modelo cognitivo-conductual, que ha dado mejores resultados en otros países del mundo.
“Entrevistando a los colegas psicólogos y psiquiatras, encontramos que difícilmente se ofrecen a los usuarios, tratamientos basados en evidencias, no hay, en todas las acciones de gobierno, un programa que tenga evidencia científica de lo que se está ofreciendo a los usuarios realmente tiene investigación y sabemos que funciona, se trata de terapias con un rezago de entre 30 y 40 años”.
Aunque reconoció que este último modelo es mucho más costoso, reconoció que existe la voluntad del gobierno estatal para implementarlo en Aguascalientes.
“Son tratamientos caros, de primer mundo, el estado tiene que invertir mucho dinero para esta capacitación, para que nos demos una idea, en Estados Unidos para tomar esta capacitación de manera privada, los tratamientos cuestan 800 dólares la hora o en la Ciudad de México un tratamiento de este tipo y le cuesta 2 mil pesos la hora, entonces es un tratamiento muy especializado, pero la intención del gobernador es que este tipo de tratamientos estén a la mano de quien los necesite”, destacó.
- No hay acciones uniformes para acceder a los usuarios
Hermosillo de la Torre señaló que algunas dependencias no cuentan con modelos de sistematización de la información de los usuarios, lo que inhibe conocer las características específicas de los pacientes.
“No es posible encontrar en todos los elementos de gobierno una medida uniforme que nos permita acceder a los usuarios. Tuvimos muy buena accesibilidad por parte del DIF Estatal, en su programa ‘Juntos por la vida’, pero de las otras áreas de gobierno no pudimos obtener la información de los usuarios”.
- Falta de vinculación entre la psicología, la psiquiatría y la medicina
Es necesaria más vinculación entre los especialistas en psicología, psiquiatría y medicina, de tal modo que se pueda capacitar a quienes forman parte de la primer línea de atención a la salud: médicos generales, trabajadores sociales, enfermeros, para que tengan los conocimientos para asesorar a las personas con conductas presuicidas o depresión, evitando así el “cuello de botella” en las áreas de psicología de las instancias de salud.
- Falta de sensibilización a medios de comunicación
La especialista de la UAA recalcó la necesidad de capacitar y sensibilizar a los medios de comunicación, al detectarse una posible relación entre la forma de dar a conocer la información de los suicidios y el fenómeno de la imitación.
Se instala el Comité Interinstitucional de Atención a los Problemas de Salud Mental y Prevención del Suicidio
Después de cinco meses de rezago, este jueves se instaló el Comité Interinstitucional de Atención a los Problemas de Salud Mental y Prevención del Suicidio, que integra a miembros de diversas dependencias a nivel estatal, como el Instituto de Servicios de Salud del Estado (ISSEA), el Instituto Aguascalentense de la Juventud (IAJU), la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, el Instituto Aguascalentense de las Mujeres, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, la Fiscalía General del Estado, entre otros.
El comité tendrá como finalidad establecer políticas públicas para disminuir la incidencia de suicidios. Sesionará dos veces al año.
En la próxima sesión del Comité se darán a conocer las metas y objetivos, así como comenzar a trabajar en la conformación del Plan Estatal de Prevención del Suicidio.
Actualmente la tasa de suicidios en Aguascalientes es de cinco por cada 100 mil habitantes, mientras que en otros países como Estados Unidos o Canadá, es de 13 y 10 suicidios, respectivamente.