*Sin expectativa, cuánto más tardará el episodio de migrantes llegando a la ciudad, se paraliza la economía y empresarios ultiman al Gobierno Federal
*Si antes automovilistas y peatones tardaban una hora en pasar los puentes, ahora van de 4 a 12, y el traslado de mercancías hasta días, varado
Cd. Juárez.- A seis meses de que comenzó una mayor afluencia de migrantes a esta zona, a donde llegaron alrededor de 8 mil, la vida de los fronterizos se trastornó y su postura frente al éxodo se polarizó. Mientras algunos los apoyan y auxilian con ropa y víveres, otros exigen que se omita brindar asistencia y demandan que sean expulsados.
En semanas recientes, la situación hizo crisis. El paisaje a lo largo del límite entre México y Estados Unidos cambió de forma drástica tanto para la frontera juarense como la paseña.
En puentes y cruces hay mayor vigilancia, aparte de los elementos de la Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés, Customs and Border Protection), se observa también a efectivos de la Guardia Nacional y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés, Department of Homeland Security).
A mitad de la joroba de las estructuras fronterizas y en la guarda metálica del bordo del río Bravo, por el lado estadounidense, fueron colocadas barricadas y alambres de púas para cerrar el paso a quienes intentan llegar a su territorio de forma ilegal.
Grupos de indocumentados se acercan al límite, como no se veía desde hace décadas, para cruzar el débil afluente del río Bravo y entregarse a los agentes estadounidenses en su afán por alcanzar su objetivo para asilarse.
La reforzada seguridad establecida en los puertos de entrada legales a Estados Unidos, ha generado largas filas de automóviles, peatones y camiones de carga que invaden las avenidas colindantes ante la lentitud para cruzar al otro lado, provocando conflictos viales y retrasos en el tráfico.
Lo anterior acentuado por las cargas de trabajo para los agentes estadounidenses, entre revisar vehículos y detener a indocumentados, lo cual multiplicó los tiempo de espera.
Si antes, el cruce duraba una hora, actualmente pueden ser de 4 hasta 12 horas. Incluso en la línea exprés, que contratan aquellos que estudian y trabajan del lado estadounidense y requieren pasar más rápido, y por lo cual hacen un pago anual de 5 mil 600 pesos aproximadamente.
Un impacto que se ha trasladado al motor de la economía fronteriza y por lo tanto, estatal. Sólo considerando que Juárez aporta el 40% del Producto Interno Bruto de la entidad, de acuerdo con el Centro de Información Económica y Social de Gobierno del Estado.
El sector industrial y comercial ya calcula pérdidas cuantiosas, ya que normalmente se transportan productos por 180 millones de dólares diarios y actualmente, pasa poco más de la mitad.
“Juárez es la frontera más afectada de toda la zona norte”, subrayó Alejandra De la Vega, secretaria de Innovación y Desarrollo Económico del Gobierno del Estado.
Representantes fronterizos del organismo de la industria maquiladora Index, de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), así como de la dependencia gubernamental han gestionado reuniones con el gobierno federal, en particular, el canciller Marcelo Ebrard para mostrarle las afectaciones en números rojos y el estimado de continuar esta situación. A la primera cita, el funcionario canceló de último momento y hay una segunda fecha para que en breve puedan reunirse y definir una estrategia urgente.
REPORTAJE COMPLETO EN REVISTA #6 DE NEWSWEEK CHIHUAHUA