La empresa sonorense Blue Propane tiene en construcción 10 estaciones de gas LP en zonas habitacionales de Tijuana. Y aunque el Cabildo suspendió ese tipo de permisos en 2016, copropietarios de la gasera negaron la existencia de alguna ilegalidad en sus actividades.
En rueda de prensa, Marco Antonio Sánchez, que es uno de los socios, dijo que la empresa consiguió autorización de uso de suelo un año antes de la moratoria o suspensión.
Presentó ante medios de comunicación una licencia de uso de suelo con fecha del 2015, y admitió que por el momento solo cuentan con permisos para construir pero no para operar, pues las estaciones aún no están listas.
“Necesitas terminar la obra, y algunas de ellas no las hemos podido terminar […] y si no tenemos licencia de operación no abrimos”, dijo Sánchez.
Habitantes de las colonias donde actualmente se están instalando estas gaseras, han protestado en contra de la empresa argumentando el peligro que implica la cercanía de sus viviendas con tanques que almacenan hasta 10 mil litros de gas licuado de petróleo.
Y cada estación tiene dos.
Esto es preocupante para Alin Rul, quien tiene su casa en Urbivilla del Prado, frente al terreno donde se construye una de las 10 gaseras de Blue Propane en Tijuana.
“En mi caso especifico tengo 10 mil litros de gas almacenados a 8 metros de mi casa”, dijo Alin, quien describió que cada tanque de gas mide lo que su casa entera.
“Las casas de Urbi miden 3 metro de ancho por 7 metros de largo y los tanques de almacenaje están de ese tamaño”, agregó.
Alin y una decena de colonos se manifestaron este miércoles afuera del Hotel Fairfield Inn & Suites, donde se llevó a cabo la rueda de prensa convocada por Blue Propane.
Llevaron cartulinas en las que exhibieron distintos accidentes relacionados con explosiones de gas LP que sucedieron en esta ciudad desde 1984 hasta 2018.
“Gaseras grupo Blue Propane y el alcalde Juan Manuel Gastélum están colocando bombas de tiempo, por todo lo largo y ancho de Tijuana”, se leyó en una de esas cartulinas.
Según Alin, lo que exigen es que esas gaseras sean reubicadas a zonas alejadas de casas, iglesias y escuelas, por temor a un incendio e intoxicación.
Pero Alan Jaramillo, que es abogado de esta gasera, dijo que la normatividad mexicana les permite instalarse en colonias porque el volumen de gas LP que estarán manejando no es peligroso.
Jaramillo y Jorge Elías, otro socio de Blue Propane, comentaron que el riesgo está en almacenar más de 100 mil litros, pero que este no será el caso de sus estaciones, ya que tendrán una capacidad máxima de almacenar 10 mil litros.
“A lo mejor pueden decirnos que qué exagerados, que nunca ha pasado, pero ninguna estación esta exenta de una fuga”, insistió Alin.
Gabriela Muñoz, que es directora del Departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente en el Colegio de la Frontera Norte (Colef), comentó que al ser una sustancia flamable, el manejo de gas LP siempre es arriesgado, sin importar si se trata de un cilindro o de una planta de distribución.
“Se establecen zonas que se piensa que son seguras, pero el riesgo esta ahí y siempre va a estar ahí […] Por mucho que una empresa tome las medidas de ley, uno siempre se va a poner nervioso por tener una gasera detrás de la casa”, dijo Muñoz.
Construcciones como las de Blue Propane están reguladas por la Norma Oficial Mexicana Nom-003-SEDG-2004, estaciones de gas LP para carburación, diseño y construcción.
En ésta se establece que los recipientes de almacenamiento deben instalarse a una distancia mínima de 30 metros de los espacios de reunión social, como centros hospitalarios y unidades habitacionales multifamiliares.
Además, el Reglamento de Zonificación y Usos de Suelo del Centro de Población de Tijuana, dice en su artículo 114, que cualquier uso habitacional deberá estar a una distancia no menor de 50 metros de centros de distribución de energéticos o derivados del petróleo, líquidos y gases.