El fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler, indicó que una de las líneas de investigación de la masacre en Minatitlán es una posible venganza entre los grupos delictivos de los Zetas y el cártel Jalisco Nueva Generación por la venta de drogas.
En conferencia de prensa, Winckler dijo que el ataque “fue directo” hacia el grupo de personas que estaban en una fiesta, donde 13 fueron asesinadas y 4 permanecen en estado grave en el hospital.
Muchas de las víctimas recibieron numerosos impactos de bala y al menos siete fueron ultimadas con un tiro en la cabeza, según un informe policial al que la AFP tuvo acceso.
Explicó que entre 5 y 6 hombres armados y usando pasamontañas llegaron al lugar en una camioneta blanca, y se dirigieron a la mesa de la izquierda donde se encontraba Julio César González Reyna, conocido como “Becky” y quien era dueño de dos bares llamados “La esquina del Cha-KL” y “La Crudería”.
De acuerdo con la Fiscalía, los hombres armados se dirigieron directamente a la mesa donde se encontraba González Reyna y le dijeron “con esto no se juega”, tras lo que dispararon. En el lugar había cerca de 40 invitados.
Winckler dijo que se han identificado por complexión y vestimenta a los atacantes, pero no por nombre o apodo. Sin embargo, se solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública del estado información sobre dos atacantes identificados.
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Dijo que ya solicitaron videos de al menos 29 cámaras de viviendas y locales cercanos para identificar los automóviles utilizados y así hacer un seguimiento de la ruta de huida de los atacantes, pues las cámaras de video vigilancia cercanas, operadas por las autoridades, no estaban funcionando.
Según algunos testigos, dijo el fiscal, en un local propiedad de una de las víctimas se vendían drogas.
Horas después del ataque, se aseguró una casa en la que se encontraron un número importante de chips de teléfono celular, memorias usb, armas y dos vehículos con reporte de robo.
“Lamento mucho lo que sucedió en Minatitlán (…) Vamos a reforzar con más elementos de la secretaría de Marina y del Ejército en el estado de Veracruz”, dijo este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el violento Veracruz, tras la publicación el fin de semana de nuevas cifras récord de violencia en México.
En el primer trimestre del año ocurrieron 8,493 homicidios dolosos, un aumento del 9.60% respecto a los 7,750 homicidios registrados en el mismo periodo de 2018. Ese año acabó con 33,518 asesinatos, la cifra más alta desde que se inició el registro en 1997.
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Con información de Animal Político y AFP