En circunstancias normales, la reelección de Benjamin Netanyahu para otro término como primer ministro de Israel sería más que obvia.
La economía israelí está funcionando a toda máquina, el desempleo es bajo, y en los últimos 15 años, el país se ha convertido en una de las principales potencias mundiales en tecnología. Y debería señalarse que la situación de seguridad ha sido notablemente tranquila, por lo menos de acuerdo con los estándares israelíes. Lejos de ser un paria, Israel tiene relaciones diplomáticas con más países que en ningún otro momento de su historia.
Aun así, tal vez Netanyahu no duerma con tranquilidad. En febrero, su partido Likud celebró sus elecciones primarias. Aun cuando el primer ministro sigue siendo tan popular como siempre, cuando los miembros del partido votaron, casi no les prestaron atención a los deseos de Netanyahu. Impulsaron a uno de sus archirrivales, el exministro de Educación Gideon Sa’ar, cerca de ser el primero en la lista. Esto dejó una sensación prolongada de que la era de Netanyahu podría estar próxima a terminar.
¿Por qué? Tal vez porque, desde la primera vez que él se postuló y perdió contra Ehud Barak, en 1998, hay un oponente viable: Benny Gantz, exjefe de Estado de las Fuerzas de Defensa israelíes. Aún más importante es el entendimiento de que el sistema judicial israelí está cercando al primer ministro. Ha pasado un año desde que la policía hizo su recomendación inicial de que Netanyahu fuese imputado. Desde entonces, la policía ha recomendado su acusación en otros dos casos. La decisión final ahora radica en el fiscal general.
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Cuando quedó en claro que se haría una imputación, Netanyahu trató de retrasar la decisión mediante convocar una elección temprana. Sin embargo, el fiscal general Avichai Mandelblit se ha movido con rapidez e indicó que pronto hará su anuncio. Aun así, bajo la ley israelí, antes de que un funcionario sea imputado, ese oficial tiene el derecho de responder a las acusaciones. Este proceso puede abarcar desde seis meses hasta un año. Como están las cosas, cuando los israelíes acudan a las urnas, el 9 de abril, Netanyahu no estará oficialmente imputado, pero ciertamente tendrá una nube sobre su cabeza.
Entonces, ¿qué está haciendo Netanyahu para repeler ambas amenazas? Haciendo uso de algunas lecciones del manual del presidente Donald Trump, les dice a todos los medios de comunicación tradicionales que están produciendo “noticias falsas”. De esta manera, él espera aislarse en cierta forma de la cobertura esperada por su imputación. Al contrario de Trump, quien parece disfrutar de ser entrevistado, Netanyahu no ha sido entrevistado por la prensa israelí tradicional en cuatro años. Más bien, confía en Israel Hayom, el periódico de mayor circulación en Israel, propiedad de su patrocinador Sheldon Adelson. Más recientemente, Netanyahu creó un canal de televisión, Likud TV, en el que da “entrevistas” muchas veces a la semana.
Estos canales, en combinación con el uso efectivo de las redes sociales, han dado un medio para que Netanyahu se comunique con los votantes y ataque a Mandelblit sin las intervenciones inoportunas de los medios de comunicación críticos u objetivos. Netanyahu ha atacado a Mandelblit por “ser débil” y “ceder” a la presión de “la izquierda”. De esta manera, si Netanyahu es imputado, puede afirmar que no fue gracias a la política derechista, o a su fiscal general elegido por él mismo, sino a causa de “la izquierda”.
En cuanto a la amenaza de Gantz, Netanyahu ha trabajado duro para retratarlo como un “izquierdista débil”, a pesar del nombramiento de personas con opiniones derechistas en puestos de autoridad en la lista del partido de Gantz. La elección del líder de la oposición, argumenta Netanyahu, indirectamente pondría a árabe-israelíes en escaños de poder.
Si eso no es suficiente para convencer a un votante renuente de apoyar a Netanyahu, tiene un último as bajo la manga: Trump, quien sigue siendo muy popular en Israel. En febrero, el Likud desplegó banderolas gigantescas en las que se ve juntos a los dos líderes.
¿Las acciones preventivas de Netanyahu tendrán éxito? Al momento, a su partido todavía le va muy bien en las encuestas. Pero si Mandelblit hace su anuncio esperado, cualquier cosa podría suceder. Esta elección israelí es un territorio sin explorar.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek