México produce más aguacates que cualquier lugar del mundo. Y el domingo de Superbowl es uno de los días en que más guacamole se consume en Estados Unidos.
Cada semana, durante enero, salieron 1,300 camiones desde Michoacán hacia EU, es decir, cada seis minutos viajó un vehículo cargado de la fruta, complemento imperdible para ver el partido entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Carneros de Los Ángeles.
Cada camión transportaba 18 toneladas del llamado “oro verde”, el último cruzó la frontera con Estados Unidos el lunes, dijo el presidente de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), Gabriel Alejandro Villaseñor Zurita, en entrevista con la agencia Notimex.
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De Michoacán para el mundo
La mayoría de sus cultivos de aguacate se ubican en Michoacán, uno de los estados más azotados por la violencia.
Ello no ha frenado la exportación de esta fruta, sobre todo a Estados Unidos, destino del 80% de sus aguacates. En el período 2018-2019 ya se han enviado 377.411 toneladas, 13% más que en el mismo período anterior.
A otros mercados se exportaron 57,376 toneladas, 8% más, según cifras de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (Apeam).
Este año, el aguacate mexicano rompió su récord de exportación hacia Estados Unidos, con 120 mil toneladas a lo largo de las cuatro semanas de enero y, de ellas, 50 mil serán disfrutadas sólo el día 3 de febrero, sostuvo.
Estas exportaciones dejaron una derrama económica de 500 millones de dólares, según la APEAM.
Su venta a Estados Unidos ha tenido un incremento de 104.6% desde 2013 a 2018, al pasar de 38 mil 545 toneladas a 78 mil 863 toneladas.
El costo del ‘oro verde’
Según denuncian algunos investigadores, las siembras ilegales de este ‘oro verde’ han generado la deforestación de miles de hectáreas de bosques en este estado de casi 5 millones de habitantes.
La ley en Michoacán solo autoriza a cambiar la vocación del suelo forestal por agrícola cuando los árboles de ciertos terrenos son talados o se incendian.
“Hay una práctica muy común entre los propietarios de bosques de sembrar sus aguacates debajo del arbolado forestal y posteriormente de manera paulatina van cortando o secando los árboles forestales para dejar los aguacates al descubierto”, explicó a la AFP Luis Mario Tapia Vargas, investigador del gubernamental Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas Y Pecuarias (Inifap).
Otra vía es a través de los incendios. Según Tapia, un 95% de los siniestros en estas zonas son provocados.
En años secos, explica, la superficie forestal quemada puede llegar hasta las 10,000 hectáreas. Los terrenos ilegales, por otra parte, ascendieron según este investigador a 15,000 en 2018. “Por una multa o un cobro (soborno) que se aplica se permite la siembra de nuevas superficies”, asegura.
El asesor y vocero de la APEAM, Ramón Paz Vega asegura a la AFP que algunas investigaciones demuestran que la deforestación masiva ocurrió varios años antes de que la producción aguacatera se expandiera, a partir de 1997.
“Lo anterior no significa que la producción de aguacate no tenga efectos ambientales; los tiene”, dice.
La industria además es una fuente importante de trabajo. Según la APEAM, crea en la actualidad más de 75,000 empleos permanentes y hasta 30.000 indirectos.
“Sin este cultivo, muchos de estos pequeños agricultores y trabajadores serían migrantes, o miembros del crimen organizado, o campesinos pobres”, dice Vega.
Con información de AFP y Notimex.